El Ejecutivo pide a la banda que no ponga condiciones al diálogo

El Gobierno, a través de su ministro portavoz, Josep Piqué, pidió ayer a ETA que no ponga condiciones al diálogo directo que José María Aznar ofreció a la banda hace ya más de seis meses. El portavoz, que admitió públicamente los intentos fallidos del Gobierno por abrir conversaciones directas con ETA desde que el tres de noviembre Aznar las autorizase, rechazó expresamente la exigencia de la banda de que el diálogo cuente con un mediador internacional. Piqué reclamó a ETA que abandone "la liturgia con cartas al Pacto de Estella" en referencia a la que se conoció el jueves y en la que la banda hacía un recuento de sus relaciones con el Ejecutivo. A su juicio, estas cartas no tienen otra intencionalidad política que "el consumo interno" de sus simpatizantes.El portavoz del Ejecutivo pidió a ETA que "demuestre su auténtica voluntad de paz", pero dudó que la banda escuche su llamamiento porque "están más preocupados por el proceso de construcción nacional que por el proceso de paz". No puso trabas a otra exigencia de la organización terrorista: que el Gobierno remita sus mensajes por escrito. "No nos debemos quedar en las formas", dijo Piqué, e insistió en que "lo importante es que ETA muestre su voluntad de paz" aceptando un diálogo sin condiciones.