El policía que mató de un tiro a un joven en Valencia acepta una pena de multa y seis meses sin portar arma

Un acuerdo entre la fiscalía y los abogados del Ayuntamiento de Valencia evitó el juicio previsto contra Juan Manuel C. H., un policía local acusado de un delito de homicidio por imprudencia grave después de matar, de manera accidental y en julio de 1997, a un joven de un tiro. La vista oral, en la que el ministerio público iba a solicitar, inicialmente, tres años de prisión para el funcionario, iba a dilucidar las circunstancias que rodearon el fallecimiento de Óscar Daniel Serrano, de 18 años. El joven murió tras ser alcanzado por un disparo hecho por el agente, que intentó, infructuosamente, que el joven detuviera el vehículo que conducía tras colisionar con otro turismo. La acusación pública defendía que el policía abrió fuego "con fines intimidatorios y disuasorios, pero de forma precipitada y sin apuntar debidamente". El resultado de su acción ya es conocido: "El proyectil atravesó el parabrisas delantero del coche y alcanzó a Óscar Daniel en el cuello", siempre según el fiscal. El joven, antes, arrastró varios metros al agente en su frustrada huida. El acuerdo entre acusación y defensa implica una condena mínima para el agente -multa de 60.000 pesetas y prohibición de utilizar su arma durante seis meses como responsable de un falta leve de imprudencia con resultado de muerte- y una sanción para el Consistorio, que deberá indemnizar a la familia del fallecido con 16 millones de pesetas. La muerte del joven provocó disturbios en el barrio en el que sucedieron los hechos, Benimámet.