El Gobierno varía la ley del trasvase Tajo-Segura para enviar los excedentes del Júcar a Benidorm

Tras dos intentos fallidos, consecuencia de los diferentes puntos de vista que mantenían al respecto los ministerios de Medio Ambiente y Agricultura, el Consejo de Ministros aprobó ayer un Real Decreto-Ley que posibilitará el abastecimiento de agua potable a las comarcas deficitarias de Alicante con excedentes de la cuenca del Júcar. L"Alacantí y, sobre todo, la turística Marina Baixa, se verán beneficiadas por los trasvases, que desterrarán definitivamente el fantasma de la sequía y los temidos cortes en el suministro. Benidorm consume el 60% del agua de la comarca.

El Consell reconoció ayer mismo que los recursos, bajo mínimos en la zona, no garantizaban el pleno abastecimiento a la población para el verano. La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) aprobará el martes un envío de cinco hectómetros del pantano de Alarcón con destino al Consorcio de Aguas de la Marina Baixa. Una modificación del régimen de explotación del acueducto Tajo-Segura permite utilizar esa infraestructura para transportar y distribuir agua de las cuencas por las que discurren las tuberías. La reforma no modifica las asignaciones preestablecidas ni genera nuevos derechos de uso de los caudales. El abastecimiento a las poblaciones de la cuenca del Júcar y a sus regantes continuará prevaleciendo, pero ahora los excedentes podrán desviarse hacia Alicante. La Confederación y el Ministerio de Medio Ambiente deberán aprobar los envíos que se reclamen para hacer frente a desequilibrios estructurales y situaciones graves, como la actual. El consejero de Obras Públicas, José Ramón García Antón, insistió ayer en que el Plan Hidrológico del Júcar establece que, una vez satisfechas las necesidades de su cuenca, las aguas sobrantes podrán transportarse hasta la Marina Baixa para paliar la sobreexplotación de acuíferos y garantizar el abastecimiento a las poblaciones de Benidorm, Altea, la Vila Joiosa, Callosa d"En Sarrià, L"Alfàs del Pi, La Nucia, Polop y Finestrat, que integran el Consorcio Comarcal de Aguas de la Marina Baixa. Esas localidades concentran una población de 300.000 habitantes de derecho, a los que se suman otras 500.000 residentes estacionales y millones de turistas a lo largo del año. El cambio introducido a la ley también da luz verde al uso, cuando se construya, del acueducto Júcar-Vinalopó, que discurrirá desde La Muela hasta Villena y permitirá trasvasar hasta 80 millones de metros cúbicos de agua al año. La obra está presupuestada en 25.000 millones de pesetas, y la canalización podría empezar a tomar forma a principios del año 2000, para que el acueducto entre en funcionamiento dos años después. Dinero de los regantes En julio o agosto se adjudicará la construcción del acueducto por fases, y seis meses después comenzarán las máquinas a trabajar. El plan de financiación prevé que el Gobierno central aporte la mitad de esos 25.000 millones de pesetas, y el resto correrá por cuenta de los usuarios, entre los que figuran las localidades que se abastecerán y los regantes. García Antón volvió a comprometer ayer al Consell en que los agricultores no pagarán por el agua más de lo que se les cobra en la actualidad. "Si esa cantidad no es suficiente para ejecutar la obra, el resto lo aportará la Generalitat", aseguró. El consejero de Obras Públicas estaba ayer pletórico. La modificación del trasvase Tajo-Segura garantiza caudales para La Marina Baixa, comarca altamente deficitaria pionera en la reutilización integral de sus recursos gracias a una red de canalizaciones que diseñó el propio García Antón cuando trabajaba para el Ayuntamiento de Benidorm y el Consorcio de Aguas. También es suyo el proyecto del acueducto Alicante-Pantano del Amadorio, construido en 1996 como una obra de emergencia por Fomento, que gastó 4.000 millones para conectar los canales de la Mancomunidad del Taibilla con La Marina Baixa. Con esa conducción operativa, faltaba que el agua del Júcar llegara al Taibilla. El consejero señaló que el Consell llevaba "mucho tiempo" esperando la noticia. "En 1978 esa comarca sufrió serios problemas de abastecimiento, hasta el punto de que fue necesario transportar agua con barcos hasta Benidorm, y hoy el acueducto hace de barco para garantizar el suministro", concluyó.