"Si el dueño de la finca tiene un perro..."

John Toshack recurrió hace algunos días a una de sus curiosas explicaciones para justificar las críticas que en público hace a sus jugadores: "Si el dueño de la finca tiene un perro, debe dejarle ladrar". En su metáfora el dueño es Lorenzo Sanz, la finca, el Real Madrid, y el perro, él. A diferencia de sus antecesores en el cargo, Toshack asegura sentirse respaldado por el club en todas sus decisiones y manifestaciones. Su ladrido, por tanto, es autorizado.Si en algo está de acuerdo el vestuario del Madrid estos días es en criticar los métodos de Toshack. En lo demás, la desunión resulta evidente. Panucci, Seedorf, Jarni, Suker y Mijatovic se dan el relevo para contestar al entrenador. Los cinco se saben fuera del equipo, pero sólo Panucci conoce ya su destino -el Inter de Milán-. Los demás se pelean con Toshack e intentan negociar su futuro según sus condiciones. Otros, como Raúl, aprovechan la ocasión para reivindicar un Madrid con más nacionales -"porque los extranjeros no sienten tanto la camiseta"-. Y entonces Roberto Carlos se da por aludido y decide firmar una millonaria cláusula de rescisión y comprarse una casa en La Moraleja para desmentir cualquier duda sobre sus sentimientos y sus intenciones.

"Es una pena que este grupo acabe así", se lamenta Fernando Hierro; "le pido al club que intente que sus planes no se filtren y que en junio haga lo que tenga que hacer".

La petición de Hierro, de momento, no ha servido para nada. El equipo campeón de la séptima Copa de Europa es un equipo en derribo. Las idas y venidas de los intermediarios en busca de retales están todos los días en los medios de comunicación. También las peleas de los futbolistas con el técnico. "He sido suplente con Capello, con Heynckes y con Hiddink y no he dicho nada, pero esto es diferente", ha dicho Davor Suker, que a continuación ha advertido: "Este señor va a hacer mucho daño al equipo".

Pero en el Madrid saben que tras el conflicto de Suker con Toshack aparecerán otros. Raro es el día en que algún jugador no utiliza los medios de comunicación para expresar sus quejas

Ayer, el portavoz del grupo de desencantados fue Pedja Mijatovic, que se unió a las críticas contra Toshack: "Creo que hay muchísimas formas de motivar a los jugadores y lo que pasa es que a lo mejor nosotros no entendemos este tipo de motivaciones", dijo en referencia a las técnicas del entrenador. "Debemos tener tranquilidad, porque si sigue este lío no podremos recuperar las fuerzas y el ánimo para cumplir nuestros objetivos. Lo peor que puede pasar es que se lave la ropa sucia fuera de casa. No sé cómo hemos llegado a esto, mandándonos mensajes por medio de la prensa, cuando hay problemas y situaciones que deben quedarse dentro".

A Toshack le gusta ladrar, pero sus jugadores le han salido respondones.