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El primer alcalde de la región

Valdepiélagos celebró elecciones primarias para elegir al candidato que todos votarán en junio

Vicente González Olaya

La tradición se repite cada cuatro años en Valdepiélagos, un municipio de 330 habitantes situado al este de la región. Desde 1979, esta pequeña localidad celebra elecciones primarias para elegir al alcalde que representará al pueblo durante un cuatrienio. La persona elegida por la mayoría queda obligada a encabezar una lista (Candidatura Independiente de Valdepiélagos) a la que todo el pueblo votará en las elecciones municipales del próximo junio, les guste o no. De esta manera, el pueblo se asegura de que ningún partido o agrupación ajena al municipio coloque al frente del Consistorio a un extraño. De hecho, los partidos tradicionales (PP, PSOE e IU), como saben que casi nadie les votará, no suelen presentar candidatos en las elecciones. Sólo el PP ha roto en dos ocasiones el pacto. Y recogió 10 votos en unos comicios y 3 en otros. Por ello, el sábado pasado los vecinos de Valdepiélagos fueron convocados por el Ayuntamiento para eligir al vecino o vecina que consideren más apropiado para regir los destinos municipales. Y así lo hicieron. Volvieron a inclinarse por Antonio Puentes, un ingeniero de 42 años que lleva ya cuatro años gobernando el municipio. "Estoy contento, pero hubiera preferido pasarle el bastón de mando a otra persona más joven", manifestó ayer.

Puentes, cuyo equipo municipal de gobierno estará formado por los otros seis vecinos que le siguieron en votos, será el único alcalde de la región que ganará las próximas elecciones sin llevar programa electoral. "Poco hay que prometer. Todos queremos lo mismo: una piscina municipal, un parque lineal junto al arroyo y un centro de la tercera edad", dice el regidor.

En sus cuatro años como alcalde, Puentes ha levantado ya un consultorio municipal, asfaltado varias calles, instalado un repetidor de televisión -"veíamos muy mal las cadenas privadas"- y creado un nuevo acceso al cementerio.

La ilusión de Puentes en esta legislatura es poder celebrar el bicentenario de la independencia de Valdepiélagos, municipio que se segregó del cercano Talamanca del Jarama el 1 de mayo de 1801. "Hasta aquella fecha pertenecíamos a Talamanca, pero nos cobraban unos impuestos abusivos. Por eso comenzó un movimiento de segregación que fue reconocido en una Cédula Real que aún conservamos", señala Puentes.

El regidor, que ha aprobado un nuevo plan general que permitirá al pueblo alcanzar los 500 habitantes, recuerda que una "casita normal con parcela" cuesta unos 12 millones de pesetas en Valdepiélagos "A ver si la gente se anima y podemos celebrar el bicentenario con 500 vecinos, porque aquí todos son bienvenidos", dice el alcalde.

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Sobre la firma

Vicente González Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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