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El "número dos" yugoslavo critica a Milosevic y acepta fuerzas de la ONU

Otra ola de refugiados kosovares cruza a Macedonia ante un recrudecimiento de la represión

Vuk Draskovic, el hombre que en el pasado encabezó la oposición yugoslava y que después entró en el Gobierno de Slobodan Milosevic como viceprimer ministro, rompió ayer la unanimidad del régimen frente a los ataques de la OTAN y propuso que sean aceptadas todas las condiciones impuestas por los aliados -incluido el despliegue de tropas internacionales en Kosovo- a cambio de detener los bombardeos. "Ningún país puede considerar a la ONU una organización invasora", declaró Draskovic.

La frase del político serbio, con la que trataba de sostener que las fuerzas internacionales en Kosovo debían estar bajo mandato de las Naciones Unidas, fue una más de una serie de declaraciones a la televisión serbia y a medios occidentales en las que advirtió de que Yugoslavia jamás podrá ganar esta guerra y denunció que el Gobierno de Milosevic está mintiendo a su pueblo. "Digámosle la verdad a nuestro pueblo: la OTAN no se va a desintegrar, Rusia no va a entrar en la III Guerra Mundial por salvar a los serbios", pidió Draskovic. "Estamos solos", añadió. El representante de la antigua oposición precisó que lo único que el Gobierno no debería aceptar es la independencia de Kosovo y recordó que eso no lo está exigiendo la OTAN. La declaración de Draskovic fue interpretada por la OTAN como una prueba de que la estrategia actual es correcta. "Destacados miembros del Gobierno de Milosevic se dan cuenta de que la OTAN ha salido más fuerte de la cumbre de Washington", manifestó el portavoz de la Alianza, Jamie Shea. "Éste es un signo de que desde el otro lado empieza a comprenderse la dura realidad", declaró el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer. Fischer resumió la posición dominante entre los ministros de la UE reunidos en Luxemburgo para endurecer la presión diplomática sobre el régimen serbio con medidas como la congelación de las cuentas en el exterior de Milosevic y de sus familiares. Mientras tanto, al menos otros 3.000 nuevos refugiados kosovares entraron ayer en Macedonia y otros 30.000 se dirigen hacia ese país después de que la ONU denunciase una nueva campaña represiva por parte de Milosevic.

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