Rutina
Los temas capaces de influir en el comportamiento de los mercados de valores acumulan más de una semana de vida -algunos más de un mes- y esto los ha convertido en pura rutina, asuntos pendientes, que pueden estar así largo tiempo o solucionarse por sí mismos. El conflicto de los Balcanes, la debilidad del euro y el calentamiento de la inflación española han perdido actualidad para los inversores, aunque cada una de estas cuestiones sea capaz por sí misma de desequilibrar los mercados financieros en pocas horas. La Bolsa de Madrid terminó la sesión casi en tablas. Subió un 0,08% al cierre, tras algunos altibajos que respondían a la evolución de uno o dos valores, y que denotaban al mismo tiempo la ausencia de criterios por parte de los inversores.
La contratación en el mercado continuo fue de 765,85 millones de euros, 127.426 millones de pesetas, otro dato que se enmarca dentro de un comportamiento del que no puede deducirse tensión alguna, ni a favor ni en contra.
El euro mostró cierta firmeza durante toda la sesión, pero en el momento del cierre de los mercados europeos caía a 1,0580 dólares, después de obtener un cambio oficial de 1,0614. La peseta también perdió pie en los momentos finales y había que pagar hasta 157,13 por cada dólar, después de un precio orientativo de 156,761.
La cuestión de la inflación tampoco era alentadora. Los departamentos de análisis han hecho cuentas y se estima que el impacto de las medidas acordadas por el Gobierno no restará más de una décima al dato global, lo que reduce esas decisiones a un simple acto de propaganda.
[Nueva York cerró la sesión con un nuevo avance. El índice Dow Jones cerró en 10.718,50 puntos, tras anotar una ganancia de 28,90, un 0,27%].
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