El Tau chirría ante Estudiantes

La eliminatoria teóricamente más equilibrada de cuartos se saldó con la derrota del cabeza de serie en el primer partido. Se anuncia un largo play off entre Tau Cerámica y Estudiantes, o cuando menos emocionante. Los madrileños asestaron ayer en Vitoria el primer golpe fruto de su mejor preparación. El primer partido dejó abiertas varias certezas y unas cuantas incógnitas. El Tau se mantiene firme a su idea del baloncesto, entendida desde el punto de vista del bloque. Y no la va a cambiar. Pero cuando falla alguno de sus seguros de vida, el armazón se resquebraja. Su trío exterior (Bennett, Espil, Beric), el que más acierto ha demostrado en la fase regular desde la línea de 6,25, se mostró temeroso, como inseguro. Es un detalle, pero revelador. Ayer terminaron con un 21% en los triples.

Estudiantes vive de su irregularidad, para lo bueno y para lo malo. Ayer, en su versión positiva, se comportó como un equipo ágil, adaptable a las circunstancias, con un juego interior determinante y, ante todo, con un poderío mental a prueba de machete. El equipo de Pepu Hernández basó la estrategia en su certeza de que dispone de un juego interior más consistente que el baskonista. El partido de ayer le dio la razón. De Miguel rompió el fuego, con tres canastas consecutivas ante un atolondrado Rusconi. Cuando las faltas le obligaron a sentarse, Reyes tomó el mando junto con Vandiver.

Estudiantes ofreció variedad. En defensa, alternando las zonas con la individual. En ataque, moviendo el balón con paciencia y eficacia. Su distancia llegó a los diez puntos (20-30, minuto 13) justo en el momento en que el Tau hacía su primer lanzamiento lejano, fallado por cierto. Pero el equipo vitoriano es peligroso. Incluso en sus peores momentos, posee recursos para encadenar dos minutos arrolladores. Pese a que la sensación en el campo era la contraria, el Baskonia acortó distancias en el marcador (31-35, minuto 17).

Estudiantes ganó allí un primer asalto. Lejos de temblarle el pulso, impuso cordura y, nuevamente, fuerza interior. El Tau Vitoria cambió de velocidad tras el descanso, y puso de nuevo a prueba el temple estudiantil. Con Bennett en el banquillo, empató el partido a seis minutos para la conclusión (57-57). Pero el equipo del Ramiro se refugió en una defensa impecable y en los rebotes ofensivos de Vandiver y sobre de todo Reyes.