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Faltaban los chicos de "Caiga quien caiga"

Carmen Morán Breña

Fenomenal. Cuando la feria se agota hay que irse a la Municipal. A la caseta del Ayuntamiento, entiéndase. Allí llegó ella. La señora del Marqués de Murillo . ¿No caen? Ahí va una pista: la gente comentaba que sólo faltaban los de Caiga quien caiga. Ya está claro ¿no? "Es verdad, no han venido los de CQC, pero de todas formas me ha saludado y me he puesto nerviosa porque, fíjate, fue ministra y ahora es presidenta del Senado". Para qué más pistas. Esperanza Aguirre llegó no sé sabe cómo, y se fue en coche de caballos con su amiga, la mujer de rojo, la misteriosa, la que no tenía nombre. La alcaldesa de Sevilla, Soledad Becerril, salió a saludarla a la puerta de la caseta y la introdujo. Se agarraron del brazo y departieron amistosamente. Después, Aguirre, con traje blanco y medias negras, se sentó en la mesa reservada a las autoridades que iban llegando y brindó para la foto. Su marido, que pese al título, es mucho menos famoso, ya llevaba sentado un rato al lado de la mujer de rojo comiendo un poco de todo. Luego llegó ella, la consorte de Murillo, y le pasó un plato de jamón (¿jamón?) y una copita de manzanilla. Esperanza Aguirre fue la estrella de la caseta. Pero, en realidad, en realidad, la caseta Municipal estaba ayer consagrada al Cabildo de la catedral, a las Hermandades y a los hermanos mayores. Mayores o pequeños, porque allí llegaron los Rojas-Marcos, el psiquiatra y el teniente de alcalde cuando la cosa andaba entre el ¿jamón? y las buenas croquetas. ¿Quién más, quién más? Ah sí. La primera que hizo saltar los flashes de los fotógrafos allí reunidos fue María Teresa Campos y su clac. La periodista apareció con una bufanda bicolor de flecos y un pie escayolado. O sea, cojeando y tal. Después, por la mesa de las fotos pasó Rafael Álvarez Colunga que se acercó a los periodistas y les dijo: "Éste que viene conmigo es mi colega, el presidente de los empresarios catalanes, Joan Rosell". Ayer ya empezaba la feria de los catetos, que es como llaman en Sevilla al desembarco de visitantes que vienen de otros sitios que no son Sevilla capital. Llegan los madrileños, llegan los de los pueblos de alrededor y llegaron los catalanes, porque Rossel no era el único. A la entrada de la municipal aparecen de repente una pandilla de hombres y mujeres que se anuncian: - Hola, somos los diputados y senadores de Convergencia. - Ah, pasen, pasen. Y pasaron. Pero cuando se fue Espe (licencias de feria) la caseta se quedó desolé. O algo así se quedaría, el caso es que el espacio fue el siguiente invitado. El diputado Enrique Múgica, y Manuel Chaves estuvieron en la SER. Y la madre del Rey, doña María de las Mercedes también se pasó por el Real. Y Jaime Ostos, el torero, con su mujer, la doctora Grajal, y Ángel Acebes, ministro para las Administraciones Públicas, con señora e hijos. Quisieron darse una vuelta por la Municipal antes de que llegaran los catetos. Y pasaron a la Municipal a comer un poco de ¿jamón?

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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