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UN GIGANTE DE LA TELECOMUNICACIÓN.

La primera telefónica mundial tendrá un 56% de capital alemán y un copresidente italiano

Las negociaciones para crear el primer grupo paneuropeo de telecomunicación llegaron ayer a buen puerto con el anuncio del acuerdo de fusión entre Deutsche Telekom e Italia Telecom en una sola empresa, que será la primera del sector en el mundo por beneficios brutos y líneas telefónicas instaladas. La fusión, tal y como está concebida, es la mayor de cuantas operaciones de este tipo se han realizado hasta ahora en el mundo por valor de la transacción comprometida (73.260 millones de euros, 12,18 billones de pesetas).

Los primeros ejecutivos de ambas operadoras, el alemán Ron Sommer y el italiano Franco Bernabé, describieron su proyecto ayer en Londres, considerado "terreno neutral", como una "alianza entre iguales" que creará un gigante mundial "genuinamente europeo", con un valor en Bolsa de 162.000 millones de euros (26,95 billones de pesetas). La operación implica la creación de una nueva sociedad, cuyo nombre está por determinar, que tendrá una facturación de 59.200 millones de euros (9,85 billones de pesetas) y estará presente en 26 países de tres continentes.

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Ofertas de intercambio

La nueva sociedad se constituirá bajo legislación alemana y, una vez debidamente registrada, será la encargada de lanzar dos ofertas públicas de intercambio de acciones sobre la totalidad de los títulos de Telecom Italia, que tiene un 3,4% del capital en manos del Estado, y Deutsche Telekom, con un 74% estatal. Cuando la legislación lo permita, se registrará legalmente como "sociedad europea". La nueva sociedad, conocida temporalmente como Supertelecom, ofrecerá una acción nueva por cada una de la operadora alemana y la misma cantidad por cada tres de Telecom Italia. Como resultado del canje, los accionistas de Deutsche Telekom pasarán a controlar el 56% del capital de la sociedad resultante de la fusión. El resto irá a manos italianas.

Aunque no ha conseguido imponer la paridad exigida en el reparto de capital, el Consejo de Administración de Telecom Italia ha logrado, por deseo expreso del Gobierno italiano, que el nombramiento de los cargos directivos y el comité de vigilancia de la nueva sociedad se repartan equitativamente entre ambas operadoras nacionales. Sommer y Bernabé serán codirectivos ejecutivos de la nueva sociedad en sendas sedes en Bonn y Roma.

En la junta de supervisión, con un total de 20 directivos, estarán representados a partes iguales tanto los accionistas como los agentes sindicales de cada compañía durante al menos los cinco primeros años. Durante este periodo, el presidente del comité rotará anualmente para consolidar "la efectiva fusión de iguales", aseguraron los encargados de presentar los pactos.

La operación debe ser aprobada por las respectivas juntas de accionistas y salvar las previstas objeciones en materia de competencia. La Comisión Europea ya ha advertido de que exigirá algunas desinversiones en diferentes países en los que están presentes los nuevos socios; entre ellos, España. Ayer, el comisario de Telecomunicaciones e Industria (en funciones), Martin Bangemann, precisó que "no hay problemas de competencia que sean insuperables", y añadió: "En general, no creo que esta empresa sea imposible".

La fusión pone en peligro la continuidad de los acuerdos que DT ha establecido internacionalmente y, en particular, con France Télécom. "Nuestra fusión no es un ejercicio contra los socios actuales. Seguimos hablando y estudiando con France Télécom la mejor estrategia para sacar provecho de la operación", señaló ayer Sommer. Ambos ejecutivos prometieron colaborar con Bruselas. "Resolveremos los conflictos de interés de acuerdo con la mejor estrategia para nuestra compañía", declaró el responsable de Deutsche Telekom. Su homólogo italiano puntualizó, por su parte, que no pretenden "crear un monopolio europeo de las telecomunicaciones, sino favorecer la competencia".

La capitalización bursátil del grupo resultante, según la combinación de ambas operadoras nacionales con datos de 1998, lo coloca en el tercer puesto mundial del sector, tan sólo precedido por las estadounidenses AT&T y SBC/Ameritech. Por beneficios operativos brutos (más de 29.000 millones de euros), la combinación de DT y Telecom Italia se coloca a la cabeza del sector, el mismo lugar que ocupará por número de líneas de telefonía fija instaladas (79,1 millones). Por clientes de telefonía móvil (33 millones en todo el mundo), el grupo se coloca en el número dos, precedido por Vodafone (Reino Unido)-AirTouch (EEUU), recién unidas.

"El tamaño no es lo fundamental. No queremos crear un eurosaurio ni un dinosaurio, sino fundir recursos y aptitudes para competir con los más grandes", dijo Bernabé. La plantilla combinada de ambos socios, 328.000 empleados, no tiene asegurado el futuro. "No se pueden descartar recortes de plantilla", señaló Bernabé. "Llevaremos a cabo racionalizaciones en unas áreas y expansión en otras, de forma que esperamos que el balance final sea positivo en términos laborales", continuó. El grupo prevé ahorrar 1.000 millones de euros hasta el 2003, gracias a las ventajas derivadas de la fusión. Telecom Italia perdió un 1,11% en la Bolsa de Milán; DT, un 2,16% en Francfort. Olivetti ganó, en cambio, un 3,01%. Sus competidoras, Telefónica y France Telecom perdieron un 0,07% y un 0,8%, respectivamente, en tanto que BT subió el 2,37%.

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