PASCUAL ROMÁN POLO QUÍMICO E HISTORIADOR "Los de la Bascongada eran los únicos aptos para ser espías"
Pascual Román Polo, químico y profesor de la Facultad de Ciencias de la UPV, ha cambiado de disciplina académica para bucear en la historia de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País (RSBAP) y sus trabajos de espionaje en la industria británica para la Corona española. Fruto de este trabajo es el libro Ciencia, tecnología y espionaje en la Bascongada, escrito en colaboración con la también profesora Inés Pellón González. Pregunta. El libro que presentarán dentro de unos días recoge correspondencia entre la RSBAP y la Corona española. Respuesta. Es una colección documental de cartas dirigidas al ministro de Marina, el marqués González de Castejón, y la correspondencia que mantuvieron entre los principales protagonistas de la Bascongada, el conde de Peñaflorida y el marqués de Narros, con los representantes de la Corona. Se recoge la misión de espionaje que no llega a concluir con éxito porque el espía no puede introducirse en Escocia, por prudencia, ya que España y Francia están en guerra con Inglaterra. Al final el ministro de Marina suspenderá la misión. P. Operación encomendada al joven Juan José de Elhuyar. R. Tanto él como su hermnao Fausto son dos personajes del siglo XVIII que rompen los moldes, sobre todo en aquel contexto de la España ilustrada. Cada uno por sí mismo es sobresaliente, pero creo que por la brevedad de su vida (nació en 1754 y murió en Santa Fé de Bogotá en 1796), el más atractivo es Juan José de Elhuyar. Hay que darse cuenta de que a los 23 años acepta una misión de espionaje para introducirse en las fábricas de carbón en Escocia donde los ingleses producían sus cañones. Detrás de esa decisión y ese valor hay un gran científico y patriota que adquiere en tiempo récord unos conocimientos inigualables. P. ¿Por qué se le envió a espiar las minas de carbón? R. En ese momento, la hegemonía de un país se medía a partir de su potencia militar marítima. Hay que tener en cuenta que las principales comunicaciones eran por mar. Y además, estos barcos mercantes debían de tener una escolta militar, bien armada. Es decir que si un Gobierno que fuera potencia colonial tenía unos barcos malos con un armamento deficiente, lo más normal es que otras naciones asaltaran sus naves cuando regresaban cargados de ultramar. De ahí la importancia que tienen tanto las construcciones navales como las fundiciones para los aparejos y los cañones, que en Escocia se trabajaban con carbón de piedra. En el País Vasco hasta entonces el carbón se obtenía quemando los bosques, pero llegó un momento en que se vio que se estaba agotando la madera y que era necesario utilizar mineral al estilo de lo que se hacía en Inglaterra. P. ¿Y cómo sabían de los adelantos escoceses en esta materia? R. Porque el propio marqués González de Castejón habían comprado, en tiempos de paz, los cañones a los ingleses. P. ¿Fue ésta la primera misión de espionaje de la Corona española? R. No. En tiempos de Fernando VI, el hermanastro de Carlos III conocido como el príncipe de la paz, su ministro, el marqués de la Ensenada, considera que para tener la paz hay que preparar la guerra, con lo que envía emisarios para mejorar la armada española. P. ¿En qué terminos se realizó la solicitud a la RSBAP para que buscara a un espía? R. En una carta reservada que dirige a Mazarredo (socio de la RSBAP) el citado ministro de Marina, en la que le pide que busque "hombres algo instruidos en las mezclas de las menas y su beneficio para las fundiciones de hierro". Y le recomienda que "antes de irse a las fábricas de carbón que son las mejores que hoy se conocen y de que todos se surten, estuviesen algún tiempo en otro paraje para con la práctica del trato aprender el inglés... Hombres hay para todo y los vizcaínos son muy capaces y muy a propósito para el fin por su carácter silencioso, su habilidad, su genio laborioso, sufrido para lograr altos fines como es éste..." Lo que le viene a decir es que la Bascongada es el único grupo de intelectuales preparado para llevar a cabo esta misión. P. Una época apasionante. R. Para mí este es uno de los periodos más ilusionantes de toda la historia del País Vasco. No ha habido ningún momento más esperanzador desde el punto de vista de reanimar la ciencia y la tecnología.
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