Notarios y registradores no se consideran culpables de la inflación y rechazan la rebaja de aranceles

La reducción, un 25%, en los aranceles de notarios y registradores, decidida el pasado viernes por el Gobierno como una de las medidas del plan de choque contra la inflación, fue rechazada ayer de plano por ambos colectivos. El portavoz del Consejo General de Notarios, José Aristónico García, señaló que la medida es "completamente negativa, en la forma y en el fondo". Explicó que distintos estudios cifran en el 0,01% el impacto de los aranceles notariales en el precio de la vivienda, y por ello rechazó que su actividad esté en el origen del problema de la inflación. "El problema es el precio del suelo", añadió. En España hay en la actualidad 2.200 notarios.

Los empleados de las notarías también manifestaron ayer "su total disconformidad" con la reducción de los aranceles. Según la Federación de Asociaciones Profesionales de Empleados de Notarías, el peso del arancel es "insignificante" respecto de las tasas y comisiones que pesan sobre la vivienda, y la medida "sólo servirá para la destrucción de puestos de trabajo".

Según los cálculos de este colectivo, los aranceles que perciben los notarios por su intervención en los documentos de préstamos hipotecarios suponen unas 9.000 pesetas (para un préstamo de 15 millones), mientras que las comisiones bancarias (estudio, apertura, cancelación, seguros) se elevan a 300.000 pesetas "a fondo perdido".

El Colegio de Registradores de la Propiedad y Mercantiles de España emitió ayer un comunicado en el que señala que la decisión del Gobierno dificulta su trabajo y pone en peligro la subsistencia de un gran número de registros de poblaciones pequeñas. "La incidencia de los honorarios registrales en las operaciones de compraventa de viviendas (un 0,05%, según sus cálculos), y por tanto en la inflación, es mínima", explican.

En cuanto a la reducción de la tarifa eléctrica (un 1,5%), las compañías integradas en la patronal Unesa estiman que dejarán de ingresar unos 14.000 millones de pesetas este año, según fuentes del sector. El adelanto del calendario de liberalización se estima que afectará a unos 55.000 clientes.

Reacción inmediata

Estas medidas, junto a la rebaja de la factura del teléfono, fueron adoptadas el pasado viernes por el Gobierno para reducir la inflación como una "reacción inmediata" al descenso de tipos de interés (al 2,5%) decidido por el Banco Central Europeo, según explicó ayer en Londres el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato. "No creo que otros países puedan decir lo mismo", señaló tras confirmar que la relajación de la política monetaria en la zona euro es una respuesta directa a la situación de las economías de Alemania y Francia. "La decisión está ligada a la debilidad de la demanda en algunos países, pero en el contexto de la estabilidad de precios", justificó.

Rato, que asistió a la asamblea anual del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), tomó como referencia ciclos económicos anteriores para explicar que la reciente subida del índice de precios al consumo (IPC) marcha en paralelo con la demanda interna. "No tenemos un problema de inflación", aseguró.

Según el ministro, el repunte de la inflación hasta el 2,2%, por encima de la media fijada para los países del euro, es una situación pasajera que se compensará en los trimestres próximos. "Lo relevante es la tasa de inflación anual. Ahora nos encontramos en los meses con diferenciales más fuertes", señaló, tras asegurar que las principales medidas contra las subidas de precios, la contención del déficit principalmente, están firmemente establecidas.