Constituida la Fundación Caballero Bonald para dinamizar la cultura en Jerez

El escritor jerezano José Manuel Caballero Bonald presidió ayer, en el Cabildo Antiguo de Jerez, el acto de constitución de la fundación que lleva su nombre. La idea, impulsada por el Ayuntamiento de la ciudad, nace como un elemento dinamizador de la cultura jerezana y está enfocada, más que a literatos y eruditos, a los ciudadanos que quieran estudiar y conocer mejor la obra de Caballero Bonald. La fundación, en palabras de escritor, "se ha creado para canalizar una nueva serie de fértiles manifestaciones de la vida cultural de la zona". La casa natal del escritor, en la céntrica calle Caballeros, ha sido elegida como sede de la fundación. "El hecho de que mi casa nativa vaya a convertirse en la sede, es una experiencia de lo más conmovedora para mí", confesó. Caballero Bonald aprovechó el acto de constitución de su fundación, al que acudió la corporación municipal en pleno, para escenificar su reconciliación con Jerez, de la que ha estado alejado durante muchos años. El novelista expresó en su discurso su más profundo agradecimiento por el tributo que le rinde la ciudad con la creación de esta fundación. Caballero Bonald destacó: "Se trata, sin duda, de un honor que supone para mí algo más que una recompensa generosa, un orgullo vitalicio y un estímulo profesional particularmente satisfactorio". Al margen del acto de inauguración de la sede de la fundación, cuyas obras de adaptación está previsto que no concluyan antes del verano, las actividades de la fundación Caballero Bonald arrancarán con la celebración, en el último trimestre de este mismo año, de un congreso sobre la poesía de la Generación del 50. Según explicó ayer el escritor jerezano , se está tratando de que en este foro participen "los supervivientes de la Generación del 50". Caballero Bonald citó a Ángel González, Claudio Rodríguez, Francisco Brines, y a el mismo. También se espera la presencia de críticos como Víctor García de la Concha, actual presidente de la Real Academia de la Lengua, Miguel García Posada, y poetas más jóvenes como Luis García Montero y Felipe Benítez Reyes.