Caja Madrid se va de Telefónica con unas plusvalías de 100.000 millones

Caja Madrid se va de Telefónica con los bolsillos llenos. La entidad financiera que preside Miguel Blesa compró el 3% de la operadora por 102.000 millones de pesetas en julio de 1997. Ayer anunció su salida de la compañía que preside Juan Villalonga con una operación que, según sus cálculos, le reportará unas plusvalías de 100.000 millones de pesetas. Es decir, la caja madrileña ha duplicado la inversión en menos de dos años.La materialización de la venta se efectuará en varias fases. Caja Madrid ya ha vendido en el mercado parte de ese paquete. La venta del resto ha quedado asegurada con el banco de negocios Goldman Sachs y su contabilización queda diferida a los ejercicios correspondientes al 2000 y al 2001. En esos aseguramientos quedan fijadas una banda de precios y una fecha tope para las ventas.

La operación supone un cambio de estrategia de Caja Madrid. El equipo de Blesa prefiere entrar en empresas con una participación superior al 3%, que le dé derecho a involucrarse en la gestión. Además quiere desempeñar el papel de entidad financiera de referencia de la empresa en la que invierta.

Diferencias con Villalonga

Éstas han sido las quejas constantes de Caja Madrid en su relación, más corta de lo previsto, con Telefónica. Miguel Blesa llegó incluso a reclamar públicamente un puesto en el consejo de administración de la operadora, algo a lo que siempre se opuso Juan Villalonga. La incorporación de Caja Madrid a Telefónica se había interpretado como un paso más de la toma de posiciones de las personas próximas al presidente del Gobierno.Por otra parte, para Caja Madrid era incómodo tener a tres entidades financieras (el BBV, Argentaria y su gran rival, La Caixa) sentándose en el consejo y formando el auténtico núcleo estable de Telefónica.

El comunicado oficial de la entidad financiera recalca que "a este resultado [las plusvalías de 100.000 millones de pesetas] han contribuido la buena gestión de Telefónica y la positiva evolución de los mercados bursátiles durante ese periodo [desde junio de 1997 hasta ayer]".

Fuentes de Caja Madrid, que insisten en que les sigue interesando el sector de las telecomunicaciones, recuerdan que parte de las plusvalías generadas con la operación irán destinadas a financiar actuaciones en marcha, como la adquisición del 10,5% de Indra, o a respaldar la oferta por el 10% de Iberia que acaba de efectuar.

Caja Madrid está explorando otras posibilidades de inversión. Por ejemplo, ha estado a punto de comprar el 40% de la cadena hotelera AC, propiedad de Antonio Catalán, y acaba de cerrar la adquisición del 50% de una de las torres KIO, la orientada al este. La otra ya es propiedad al 100% de la caja de ahorros. Y eso sin olvidar que la entidad madrileña está muy interesada en ampliar su músculo en el sector financiero.