Toshack castiga a su equipo
El técnico, tras ordenar un duro entrenamiento, habló con Sanz del futuro
"Es la hora de actuar, no de hablar", anunció John Toshack después de que el Madrid sumara en Balaídos la décima derrota de la temporada, que le coloca en 5º lugar de la tabla, a diez puntos del Barcelona. Por eso ayer el técnico galés apenas cruzó palabra con sus jugadores. Un duro entrenamiento fue la manera de comunicar a la plantilla que a partir de ahora habrá más mano dura y que nadie tiene el puesto garantizado.Es norma de Toshack que los jugadores titulares, el día después de un partido, sólo hagan unos ligeros ejercicios y se retiren pronto a la ducha. Ayer, el entrenador ordenó trabajo para todos independientemente de cual fuera su situación. Bajo un fuerte sol, la plantilla del Madrid se ejercitó sin descanso. Algunos lo pasaron mal, entre ellos Clarence Seedorf, que en las últimas series de velocidad no pudo seguir el ritmo y tuvo que hacer alguna que otra trampa para cumplir con el expediente. Seedorf fue requerido por los periodistas pero se excusó. "Me voy a la cama a dormir ocho horas, no me puedo ni mover", se justificó.
Toshack abandonó rápidamente el entrenamiento para reunirse en el Bernabéu con Lorenzo Sanz. Antes comunicó a través de la oficina de prensa que hoy hablará para hacer un diagnóstico de la situación. Tras la derrota ante el Celta prefirió callar.
Lorenzo Sanz esperó a Toshack hablando con Juan Onieva de los problemas del equipo. Cuando llegó el técnico, se unió a la reunión el ahora director general del club, Manuel Fernández Trigo. A la salida nadie quiso hacer declaraciones oficiales, pero sí han trascendido algunas de las cuestiones que se trataron en la cita. Sanz está muy molesto por las imágenes de Roberto Carlos e Iván Campo y por la impresión que han podido dar a los aficionados. Pero su mayor preocupación radica en que los problemas que provocaron la salida de Hiddink se está reproduciendo sólo cuarenta días después.
Toshack cuenta con el apoyo de la directiva para tomar cualquier decisión que crea necesaria sobre la plantilla, ello incluye dejar en el banquillo a algunos titulares. El partido contra el Valencia, el domingo, puede deparar noticias en este sentido.
La directiva del Madrid está cada vez más convencida de que el ciclo de esta plantilla toca a su fin, que es necesaria la renovación, pero las posibilidades de maniobra son escasas. Son pocos los jugadores que están dispuestos a marcharse, sus fichas son muy elevadas y sus cláusulas de rescisión millonarias. Y, por contra, el club necesita vender para comprar, al menos, media docena de jugadores. Dos defensas y un delantero son las prioridades. Los próximos movimientos irán encaminados a contratar a Michel Salgado.
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