Olazábal resiste el acecho

Brillante, agresivo y desafortunado, José María Olazábal firmó el tercer día en Augusta su peor tarjeta del Masters 99 (73 golpes, +1), sufrió el acecho de algunos de los mejores jugadores de golf de la década (Norman, Love, Els, Janzen), agotó sus dosis de paciencia, conocimiento y experiencia, y... mantuvo el liderato en solitario del torneo más grande y exclusivo. Fue un día duro y difícil en el complicado Augusta National Golf Club, pero el jugador de Hondarribia está a 18 hoyos de su segunda chaqueta verde. Con un total en tres días de 209 golpes (-7), Olazábal jugará hoy el último partido de la jornada en compañía del australiano Greg Norman (segundo, a un golpe), el jugador favorito de la afición. A dos golpes se encuentran los estadounidenses Steve Pate y Davis Love III, y a tres el sorprendente paraguayo Carlos Franco, el australiano Ernie Els y los estadounidenses Bob Estes y Lee Janzen.En la historia del Masters, 25 jugadores que fueron líderes tras la segunda ronda lograron la victoria el domingo. Y 33 de los que lideraron el marcador el sábado repitieron el día siguiente. En ambas listas, fue el prodigioso Tiger Woods de 1997 el último que hizo buenas las probabilidades. Las posibilidades de Olazábal, por lo tanto, han aumentado un 30%. No está mal. Pero no será precisamente una persona como Olazábal quien tenga cuidado de leer las estadísticas. Él es un jugador de corazón. El Masters es como un maratón, pero el vasco ha lanzado el sprint desde lejos y ha sabido aguantar los primeros embates rivales. Doble fuerza para él.

Cuando en el hoyo 13º, el par 5 que el viernes le había concedido uno de sus seis birdies, Olazábal vio cómo por sexta vez en el día la bola se paseaba a pulgadas del birdie fue el momento de pensar que la exasperación que gradualmente había crecido en su interior estaba a punto de estallar. Le tocaría, entonces, seguir el mismo camino que había visto llevar a Greg Norman antes en el 12 o a Davis Love en el 13. Tirar los trastos y pensar en otra cosa. Norman perdió una bola entre las azaleas que cierran la espalda del 12. Se estuvo su buen cuarto de hora buscándola a cuatro patas. También Janzen, su rival, y sus caddies. Nadie dio con la bola. El australiano, espectacular, la dio por perdida, desanduvo lo andado, volvió a salir del tee y lo hizo dejando la bola a 12 metros por lo menos. El doble bogey parecía inevitable. Pero El Tiburón, exagerado, la embocó desde allá. Fue uno más de sus momentos fuera de serie. Love, confiado y con fe ciega en su momento, se fue al agua en el 15. Perdió el liderato. Olazábal, que lo había cedido a primera hora con sus dos tempranos bogeys en el 3 y en el 6 (fue el día de nones para su putt en todos los sentidos), lo recuperó para no perderlo más.

Olazábal, decían los sabios, seguiría el mismo camino. Es imposible mantener esa confianza tranquila en la tercera ronda de un grande y defendiendo el liderato, opinan los técnicos. Pero Olazábal, el exasperado, piensa de otra manera. Agarró todas sus tripas, sus deseos y sus ansias, los empaquetó firmemente y los convirtió en la adrenalina que segregó todo su cuerpo cuando en el segundo golpe del 15 soltó un hierro 1 directo a bandera. La bola se quedó a centímetros del desastre, del empinado talud que conducía al arroyo, pero se agarró al green con las mismas ganas que había puesto Olazábal al lanzarla. Aquello se transformó en su único birdie. En el -1 necesario para mantener el liderato en solitario y salir hoy el último junto a Norman.

Clasificación

1. José María Olazábal (España), 209 golpes (-7). 2. Greg Norman (Australia), 210 (-6). 3. Steve Pate (Estados Unidos), Davis Love III (EE UU), 211 (-5). 5. Carlos Franco (Paraguay), Ernie Els (Suráfrica), Bob Estes (EE UU), Lee Janzen (EE UU), 212 (-4). 9. Steve Elkington (Australia), Colin Montgomerie (Escocia), Nick Price (Zimbabue), Scott McCarron (EE UU), 213 (-3). (...) 53. Sergio García (España), 222 (+6).