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El Museo Marès reabre sus puertas tras una reordenación de sus obras

Una presentación más ordenada y atractiva de las esculturas ubicadas en la planta baja y una nueva sala para exposiciones temporales. Éstas son las principales novedades con las que se encontrarán a partir de ahora los visitantes del Museo Marès, situado en el Barri Gòtic de Barcelona, y que ha permanecido cerrado al público durante un año por obras de reforma. El alcalde de Barcelona, Joan Clos, inauguró ayer el renovado museo, que ha ganado una nueva puerta de acceso, en la calle dels Comtes, y una mayor integración en el entorno gracias a la apertura de diversos ventanales en el patio y en uno de sus muros exteriores.

"En realidad han sido algo más que obras, porque la casa tenía el problema de que era recóndita y recoleta, mucha gente no se atrevía a traspasar su magnífico patio y el museo resultaba muy poco visible", resumía ayer el concejal de Cultura del Ayuntamieinto de Barcelona, Joaquim de Nadal. Las obras, cuyo coste asciende a 159 millones de pesetas, han sido realizadas por el arquitecto Josep Llinàs, y constituyen la primera fase de un proceso más amplio de reforma que tiene que permitir poner en orden el extenso legado del escultor Frederic Marès (1893-1991). Los fondos del museo se dividen en dos grandes bloques: el escultórico, con cerca de 3.000 obras de escultura hispánica, en gran parte de talla policromada, desde el mundo ibérico hasta el inicio del siglo XX, y el de coleccionista, que incluye más de 40.000 objetos variopintos. En esta primera fase, los trabajos se han concentrado especialmente en mejorar la presentación de las esculturas reunidas en la planta baja, que comprenden desde el mundo ibérico hasta el siglo XV. Con tal fin, se ha modificado la estructura de la planta, se han fragmentado las grandes salas de que disponía anteriormente en favor de pequeñas capillas que permiten concentrar la atención del visitante, y se ha buscado una iluminación y una distribución que destaca las piezas más relevantes. La sala de exposiciones temporales, la otra gran novedad, se centrará en las dos grandes líneas del Marès, la escultura y el coleccionismo, y se inaugurará el próximo 4 de mayo -ese mismo día se abrirá también la tienda del museo- con una exposición dedicada al escultor Damià Campeny. La reforma ha comportado también una señalización global de todos los servicios, según la imagen gráfica de Josep Bagà. La directora del museo, Pilar Vélez, explicó ayer que el proyecto para la segunda fase de reforma, que consistirá en arreglar la primera planta -dedicada a la escultura del siglo XV hasta principios del XX-, ya está presentado, y se encuentra a la espera de la aprobación del Ayuntamiento de Barcelona.

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