El María Guerrero estrena 'El lector por horas', obra que ha triunfado en Barcelona
Los actores Juan Diego y Clara Sanchis convirtieron en una cuestión personal poner en pie El lector por horas, un proyecto de Sanchis Sinisterra que fueron los primeros en conocer y que ahora se presenta en Madrid, en el teatro María Guerrero. Ha sido el éxito de la temporada en Barcelona, donde se estrenó esta primera coproducción entre el Teatro Nacional de Cataluña y el Centro Dramático Nacional. En esta obra, como en otras anteriores, el autor continúa buscando la conciliación entre literatura y teatro, frente a la invasión de las tablas por el director de escena.
El proyecto iba a ponerse en pie cayera quien cayera. Los actores Juan Diego y Clara Sanchis vieron en él dos papeles que les venían que ni pintiparados. No en vano para ella el escritor es autor en dos sentidos: como autor de la obra y de su propia existencia. En Barcelona se puso en marcha el motor de arranque de esta obra cuando el director del Teatro Nacional de Cataluña, Domenech Reixac, le pidió el texto a Sanchis y éste le espetó que era un proyecto familiar, porque se lo había prometido a su hija y, tal y como lo había concebido ella, se estrenó allí. En Madrid permanecerá hasta el 16 de mayo.Como otras obras del autor, en El lector por horas se produce la búsqueda de la conciliación entre literatura y teatro. A fin de cuentas, Sanchis fue y es, desde que creara en los años setenta el Teatro Fronterizo, un resistente frente al divorcio entre literatura y teatro, frente a la invasión del director de escena llenándolo todo en los escenarios. Ahora vuelve a dar a un texto suyo esa función movilizadora que desea para el teatro, y no sólo de entretenimiento: "Como pretenden muchos responsables de teatro de hoy".
El lector por horas es un espectáculo que en muchas ocasiones se ha calificado de familiar, no tanto por el resultado escénico, que es de gran teatro, sino por los asuntos y lazos afectivos que navegan entre los que participan en su puesta en pie. Ellos ni lo niegan ni dan pistas, pero las hay en abundancia. Sanchis tiene asuntos afectivos, además de con su hija, la actriz Clara Sanchis (Lorena, la muchacha ciega a la que leen textos de Durrrell, Juan Rulfo o Flaubert), con el actor Jordi Dauder (Celso, padre de Lorena), muy popular en Barcelona. Con él ha trabajado desde hace 22 años. Los mismos que lleva trajinando la relación de Sanchis con Luis Miguel Climent, con quien fundó la sala Beckett de la Ciudad Condal y que ahora es ayudante de dirección de José Luis García Sánchez, responsable de la puesta en escena de El lector por horas, renovador del cine español desde los setenta.
Pero ahí no queda todo, ya que la de García Sánchez y Juan Diego (Ismael, el lector contratado para leer), es la relación más sólida y larga en el tiempo de cuantas se pueden encontrar dentro de los miembros de este equipo. Actor y director llevan 33 años compartiendo aventuras y trastadas. García Sánchez es cuñado adoptivo de la hermana de la figurinista Elena Sanchis -aunque no ejerce de tal en este montaje-, hija de la actriz valenciana Magüi Mira, a su vez casada con el director teatral cubano Emilio Hernández y tía del hijo de Juan Diego. Bueno, el caso es que todos se quieren mucho, incluido el escenógrafo, Joaquín Roy, habitual decorador de los montajes del Teatro Fronterizo, en los que también ha intervenido el iluminador Quico Gutiérrez, hermano de José Antonio, responsable de la banda sonora, que junto con Ramón Ivars, responsable del vestuario, conforman el equipo al completo.
Pero a Sanchis Sinisterra, más que investigar las complicadas relaciones entre los profesionales que han puesto en pie su texto, le atraía otra cosa: "Lo que me interesaba explorar en esta obra es cómo literatura y vida se interpenetran hasta el punto de que una y otra se alimentan mutuamente", señala el autor de ¡Ay, Carmela! Ahora deja al público la labor de terminar ese argumento.
Bordea el cine
No es casual que un realizador de cine sea director del montaje: "La obra bordea varios géneros cinematográficos, tiene algo de thriller", dice Sanchis Sinisterra; "es prácticamente una secuencia, y al mismo tiempo es teatro, del más puro y bueno", señala García Sánchez, quien tiene clarísimo que, si se hicieran muchas obras como ésta, no ocurrirían guerras como la de Yugoeslavia: "Es todo un ejemplo de entendimiento, de mestizajes", dice, en clara referencia a que el montaje se ha llevado a cabo aunando esfuerzos emanados de dos comunidades distintas y ha sido el primer texto castellano que ha subido al escenario del Teatro Nacional de Cataluña. "Eso es señal de que no hay que buscar la normalización", dice Dauder, mientras su compañero Juan Diego le espeta: "La cultura empieza a estar por encima de avatares políticos, nuestra obligación es subirnos a un escenario a intentar conmover a los espectadores". Por lo que se desprende de las críticas y los espectadores de Barcelona, parece ser que lo han conseguido.El lector por horas.Teatro María Guerrero. Tamayo y Baus, 4. Metro Colón. De 1.650 a 2.600 pesetas. Horarios en Cartelera.
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