Barajas cancela 18 operaciones por la niebla de Barcelona

El aeropuerto de Barajas vivió ayer una nueva jornada de demoras generalizadas, que afectaron al 60% de los 912 vuelos previstos para ayer. El retraso medio llegó a los 40 minutos. El mal tiempo en el norte de la Península, en especial en Barcelona, motivó las demoras en los aterrizajes y despegues, según Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA).Los retrasos llegaron a los 46 minutos en las salidas, mientras que en las llegadas se situaron en 36. Durante toda la jornada se registraron 29 cancelaciones, de las que 18 fueron de vuelos con salida o destino a Barcelona. Los aviones procedentes de esta ciudad salían con una demora media de 90 minutos. También hubo problemas con los aeropuertos de Pamplona, A Coruña y Bilbao, entre otros.

"Al tener El Prat problemas de niebla y visibilidad hasta las seis de la mañana, los retrasos y cancelaciones han repercutido ya en los índices de puntualidad de Barajas de todo el día", señaló un portavoz de AENA.

Los retrasos afectaron al 60% de los aviones que salieron con más de 15 minutos de retraso. Este porcentaje aumentó hasta el 70% en el caso de las salidas nacionales.

Otra causa de las demoras del aeródromo fueron de nuevo las restricciones en el espacio aéreo europeo, por la guerra de Yugoslavia, según reiteró ayer Aeropuertos Nacionales.

Aterrizaje de urgencia

Barajas vivió ayer un aterrizaje de emergencia. El piloto de un vuelo de Iberia que venía del aeropuerto romano de Fiumicino alertó a la torre de control. Pidió las máximas medidas de seguridad. Éstas incluyen el llenar de espuma la pista para poder tomar tierra y frenar el avión. Creía que una de las ruedas del tren de aterrizaje delantero estaba pinchada o no había salido en su totalidad. Llevaba a 160 pasajeros.La torre de control de Barajas pidió al piloto que hiciera un vuelo rasante sobre la pista para comprobar si había problemas en el tren de aterrizaje. Los controladores de Barajas vieron que las ruedas no tenían ningún problema y que podía tomar tierra sin peligro para los pasajeros, según informó ayer AENA.

El avión aterrizó de forma correcta y los servicios de emergencia no tuvieron que intervenir. Sus 160 viajeros bajaron de la aeronave por su propio pie.