DE VITAMINAS Y DEMONIOS MOSCOVITAS

El alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, está preocupado por cómo se deteriora la situación ecológica de la capital rusa y el consiguiente aumento de las enfermedades crónicas. De ahí que haya propuesto vitaminar el agua corriente, que por el momento sólo es rica en cloro. El problema es que la realización de esta idea resulta demasiado cara para el presupuesto capitalino. Después de acalorados debates, Luzhkov se ha salido con la suya, aunque su triunfo no ha sido completo: ya este mes al agua de Moscú se le agregarán vitaminas de los grupos A. B y C y algunos minerales, pero no todos los días, sino sólo los fines de semana. Pero la alcaldía de Moscú también se preocupa de fortalecer la salud espiritual de los capitalinos, como lo demuestra el hecho de que ya no existe la ruta de autobús 666, que tenía la impronta del demonio y era motivo de airadas protestas de los usuarios. Resulta que en el Apocalipsis se habla de una bestia que perseguirá a los cristianos antes del fin del mundo y que el número de dicha bestia es el 666. De ahí que el autobús que corría por los barrios del suroeste de Moscú era blanco de críticas por parte de los pasajeros y de la iglesia. Ahora el problema está solucionado: el número demoniaco ha sido reemplazado por el inocente 616.- ,