La identificación del tripulante del "Marero" sigue sin esclarecerse
Las tareas de identificación del cadáver del tripulante del palangrero Marero hallado el viernes por un pesquero francés están resultando más difíciles de lo que se preveía. No está clara la identidad del marinero, según fuentes de la Cofradía de Pescadores de Pasaia. El traslado de la que se presumía su familia a Francia para corroborar el nombre del fallecido no había arrojado ningún resultado al cierre de la edición de este periódico. Las autoridades quieren evitar a toda costa hacer pasar a las familias por el mal trago de la prueba del ADN, que necesita verificarse con muestras de sangre de familiares del fallecido. "Nadie quiere ponerles en fila para contrastarlo si no es necesario. Además, podría llevar dos meses. Antes se quieren agotar otro tipo de vías para la identificación del cadáver", aseguraron ayer desde la Cofradía de Pescadores de Pasaia. El armador del Marero, Enrique Chouza, y la supuesta familia del tripulante localizado el viernes ayudaban ayer en las tareas de identificación del cadáver en Francia:trataban de encontrar señales características en el cuerpo del fallecido, que se encontraba en avanzado estado de descomposición. En el caso del otro marinero hallado en aguas francesas resultó más sencillo. El cuerpo tenía un tatuaje que despejó cualquier tipo de duda. Enseguida se supo que era el tripulante del Marero Enrique Dos Santos, de 29 años. En este caso está resultando más complicado. La ropa no supone una gran ayuda. "Casi todos los marineros vestimos de forma similiar", señaló ayer un portavoz de la Cofradía de Pescadores de Pasaia. "Se tata de encontrar huellas de operaciones quirúrgicas en huesos u otras señales de ese tipo que no dejen lugar a dudas", dijo. El naufragio El cuerpo de este tripulante del Marero, uno de los ocho que perdió la vida en el naufragio del barco el 19 de diciembre de 1998, fue localizado el viernes por el pesquero Lagarde II. Sus redes sacaron a la superficie el cadáver de un hombre, junto a un proyector sonda y un carrete de pesca de bonito perteneciente al Marero. El cuerpo surgió del mar a unas 80 millas náuticas de la localidad francesa de Lacanau. Más tarde llegó otra sorpresa. El mismo barco sufrió un enganche a unos 160 metros de profundidad y aunque desde la Cofradía de Pescadores de Pasaia se pide prudencia en la afirmación, se supone que son los restos del Marero. El palangrero pasaitarra mantuvo su última comunicación el 19 de diciembre del pasado año. La fuerza del temporal provocó el naufragio del barco y se llevó la vida de ocho marineros de la localidad guipuzcoana. Por el momento tan sólo se han podido recuperar dos cadáveres: el de Enrique Dos Santos y el que aún permanece en Francia a la espera de su identificación y de que se aceleren los trámites para su repatriación.
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