Los pilotos de Iberia reconocen motines del pasaje en los aviones

El sindicato de pilotos (SEPLA) advirtió ayer de que continuará las acciones de protesta, "durante el tiempo que sea necesario", si la dirección de Iberia sigue mostrando "poco interés" en solucionar el conflicto que, según ellos, motivó la convocatoria de ocho jornadas de huelga la pasada Semana Santa. Esto provocaría nuevas molestias a los pasajeros, que ya realizaron varios motines la pasada semana como recurso de protesta contra los pilotos, según reconoció el propio sindicato.Los representantes sindicales se reúnen hoy en asamblea para realizar un cómputo de la huelga y "estudiar" las medidas que tomarán en los próximos días.

La sección sindical del SEPLA Iberia acusó a la dirección de "pasividad para solucionar el conflicto", aduciendo que la compañía convocó a los representantes sindicales para la primera reunión seis días después de que se conociera la convocatoria de huelga. Iberia niega este extremo. Después de nueve días de negociaciones, el sindicato y la compañía siguen culpándose mutuamente de los escasos avances. A pesar del distanciamiento entre ambos, continuarán las negociaciones.

Cruce de acusaciones

El SEPLA reitera que la convocatoria de huelga no tuvo motivos económicos, sino que fue motivada "por el incumplimiento reiterado" del acuerdo firmado el pasado 30 de octubre. La compañía insiste en que uno de los principales motivos de la huelga de los pilotos es su negativa a tributar a Hacienda por los billetes de viaje que reciben de la compañía, considerados como retribución en especie.Además, Iberia acusa al sindicato de "confundir su papel" intentando inmiscuirse en la gestión de la compañía y "pretendiendo imponer por la fuerza de la huelga" lo que pierde en los tribunales. El SEPLA llevó a los tribunales el cierre de la compañía Viva Air y éstos desestimaron su demanda.

Respecto a la cancelación de vuelos, los pilotos reiteraron que los elevados servicios mínimos (del 95%) evitaron "mayores molestias" a los pasajeros y señalaron que los retrasos sufridos "se debieron a causas ajenas a la huelga, incluso a la programación de la compañía".

No obstante, Iberia calcula que la huelga podría haber costado a la compañía "miles de millones de pesetas", ya que se han visto afectados 200.000 pasajeros. De ellos, unos 100.000 no pudieron coger su avión, 47.000 cancelaron los billetes con la compañía y otros 50.000 buscaron un transporte alternativo durante las vacaciones.

A pesar del conflicto, el ministro de Industria y Energía, Josep Piqué, afirmó que la imagen dada al público durante esta semana "no afectará" a la oferta pública de venta de acciones que la compañía aérea realizará en los próximos meses con motivo de su privatización, proceso que el ministro ve concluido en el mes de junio.