FÚTBOL O PROCESIÓN
Los vecinos y cofrades que asistieron el pasado domingo en Ronda (Málaga) a la procesión del Señor Resucitado no contaron con que a mitad del recorrido por las calles de la localidad iban a tener una visita tan inesperada. Dos jugadores de un equipo juvenil de fútbol del municipio, ataviados con su ropa reglamentaria, irrumpieron en la procesión para recriminar al capataz del trono, Diego Martínez Amaya, por el hecho de que, en su devoción cristiana, hubiera olvidado que tenía que arbitrar el partido que los chavales disputaban esa mañana contra el Olímpico de Marbella, dentro de la liga provincial de fútbol juvenil. El encuentro estaba previsto para el sábado anterior, pero no se presentó el rival alegando que no fue avisado con tiempo, lo que motivó la coincidencia de actos para este árbitro y capataz de trono. Ante la mal disimulada sonrisa de todos los asistentes, el colegiado convenció a los jugadores. Siguió con el martillo y dejó el silbato para otro día.-
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