Nueva exhibición de Beard en una fácil victoria del líder

Tanoka Beard rescató de la medianía el reencuentro del Real Madrid con sus aficionados en la Liga ACB, el único frente abierto que le queda al equipo de Clifford Luyk después de su caída europea. Fue una mañana sin más concesiones para la galería que las intervenciones del pívot estadounidense en medio de la apatía blanca y la escasa ambición del León. Tanoka Beard animó una victoria sistemática, poco lustrosa para el espectador, pero igual de valiosa en las cuentas de los madridistas, que pretenden llegar al Palau Blaugrana en la última jornada de la primera fase con el liderato asegurado, aunque para lograrlo necesitarán otro talante.De las manos del americano partieron las acciones de mayor plasticidad, aunque su mayor mérito consistió en mantener la regularidad en un partido de biorritmos planos que sólo se alteraron en el último cuarto, cuando la insistente dejadez blanca no dejó otra salida a los leoneses que adueñarse del marcador. El Real Madrid supo en apenas unos minutos que sólo tendría problemas si él mismo se los buscaba y pretendió sólo cubrir el expediente.

La táctica, sin embargo, le salió a medias. A pesar de enfrentarse durante toda la primera parte a quintetos en los que nunca coincidieron los cinco titulares clásicos de Luyk, lo más que hizo el equipo de Edu Torres fue recortar la desventaja inicial hasta un 15-12 (m.10) para luego dejarse arrastrar por una dinámica que sólo podía favorecer al líder. Poca defensa, transiciones rápidas y balones dentro de la zona cuando había que jugar en posicional bastaron al Real Madrid para vadear un trance al que los leoneses entraban únicamente por las rendijas que le abrieron los errores locales, siempre subsanados por las continúa actividad de Beard.

El líder, tranquilo aún con el 36-33 del descanso, mandó a lo mejor de su arsenal a resolver definitivamente la papeleta en el segundo periodo, pero erró el tiro. La falta de tensión generalizada acabó por llevar arriba al León, que nunca había apostado firmemente por la victoria y, sin esperarlo, encontró todas las facilidades del mundo para anotar un 0-11 y situarse siete puntos por delante en plena recta final (49-56, m.32). Sólo entonces reaccionaron los madrileños. Un tiempo muerto de Clifford Luyk y dos triples de Lucas Victoriano abrieron las puertas a un 13-0 que devolvió a los leoneses al anonimato (62-56, m.36) y que, de paso, arrastró a la anodina mañana de la Ciudad Deportiva a los cauces de la lógica.