Tragedia en el túnel
EL PEOR de los escenarios para una catástrofe dentro de un túnel se produjo el pasado miércoles en el que une a Francia e Italia a través de los Alpes, bajo el Mont Blanc, al incendiarse en el punto medio de los 11,6 kilómetros de su recorrido un camión belga que transportaba un cargamento de harina y margarina. El resultado ha sido una tragedia sin precedentes en la carretera: al menos cuarenta personas carbonizadas en el horno con temperaturas de más de mil grados en que quedó convertido el túnel como consecuencia de la explosión en cadena de los depósitos de los 20 camiones y 11 turismos que se hallaban en su interior.Hace tiempo que han dejado de construirse túneles de una sola calzada -hoy los túneles son dobles, y uno de ellos sirve de vía de evacuación-, pero todavía algunos de este tipo funcionan a pleno rendimiento en muchos países europeos, incluida España. El túnel del Mont Blanc, construido hace 34 años, carecía de los más recientes sistemas de seguridad, fundamentalmente de una galería paralela de evacuación. Pero es difícil que otro más moderno hubiera podido evitar en su totalidad los efectos de un accidente del mismo tipo. En todo caso, lo que parece seguro es que túneles como el del Mont Blanc, de una sola calzada de apenas ocho metros de anchura, han quedado obsoletos para el transporte de mercancías, con mayor motivo sin son peligrosas. Lógicamente, y por elementales razones de seguridad, deberían cerrarse a camiones y vehículos pesados. En caso de siniestro, las tareas de salvamento son prácticamente imposibles, como se ha puesto de manifiesto en este caso: todavía ayer, por causa de las altas temperaturas, los policías y expertos en identificación seguían sin poder acercarse al núcleo de la catástrofe .
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