El Pamesa y el Aris pugnan por estar en la final

Penúltimo obstáculo. El Pamesa Valencia protagoniza esta noche uno de los momentos más culminantes de sus trece años de historia. Su primera participación europea puede coincidir con la disputa de una final continental. Sería todo un éxito. Antes, para alcanzar tal hito, el conjunto de Miki Vukovic debe sentenciar la eliminatoria de semifinales de la Copa Saporta en el territorio de su rival, el legendario Aris de Salónica (Pabellón Alexandro Melathron, 20.30 horas). Seis puntos. Ésta es la renta alcanzada en Valencia y que hoy debe dosificar el Pamesa. Un margen que se antoja insuficiente en un recinto y ante una afición que despiertan algo más que respeto. Célebre ha sido el comportamiento exhibido por el público griego durante los últimos años. Aunque su vehemencia y fanatismo se han atemperado en las últimas temporadas, para la eternidad han quedado imágenes impactantes como el lanzamiento indiscriminado de todo tipo de objetos cuando los acontecimientos no son los deseados.Contra la previsible hostilidad ambiental, el Pamesa antepondrá sus credenciales deportivas. En Europa, de los 17 partidos disputados, el equipo valenciano sólo ha sufrido una derrota. Cuando arrancaba la Copa Saporta a mediados del mes de septiembre, pocos podían intuir que el Pamesa estaría acariciando a finales de marzo la posibilidad de jugar la gran final. La presencia en las semifinales ya constituye todo un logro. No obstante, "la ambición preside este proyecto". Son palabras de Miki Vukovic, entrenador del Pamesa, que no se cansa de repetir que su equipo está capacitado para doblegar en su propio escenario al Aris.

Al margen de las muchas y variadas vicisitudes experimentadas en el desplazamiento, el Pamesa llega a Salónica con la moral reforzada tras el triunfo en León, una victoria que le permite seguir soñando con la obtención del pasaporte para la disputa de las eliminatorias por el título liguero. El Aris, por su parte, ha finalizado la fase regular de la liga griega en una privilegiada cuarta posición. Si alguna conclusión deparó el encuentro de ida, ésta fue la coincidencia que une a valencianos y helenos por su poca profundidad de banquillo. Como mucho, ambos conjuntos pueden efectuar dos variaciones en el transcurso del partido. A última hora de ayer, seguía siendo una incógnita el concurso de Gary Grant, un base estadounidense inactivo en el combinado griego durante los dos últimos meses, a causa de una lesión.

El otro finalista es ya el Benetton italiano, que ganó en Treviso, 76-60, al no poder jugar el Buducnost yugoslavo la vuelta.