La Liga contra el Cáncer de Tarragona aprueba su junta directiva

Una balsa de aceite. Los socios de la Liga contra el Cáncer de Tarragona cerraron ayer filas sobre su junta, presidida por Carles Carcolé, y aprobaron la gestión de la junta rectora, que salió fuertemente reforzada y apenas cuestionada tras la polémica levantada por las acusaciones de malversación o apropiación indebida. El sector disidente, que fue el que aireó las acusaciones, no acudió a la asamblea. Los asistentes interpretaron la falta afirmando que el sector carecía de razón. La junta advirtió de que durante el próximo ejercicio los ingresos descenderían un 50% por el conflicto provocado por las denuncias. Los denunciantes de la mala gestión financiera fueron Jaume Sentís y Francesc Aiguasenosa, ex vicepresidente y ex tesorero, respectivamente. De los 500 socios que tiene la entidad, 125 asistieron a la asamblea, en la que apenas no surgieron voces discrepantes. Los socios, una vez informados de la situación, acordaron dar su apoyo a la junta. La polémica aprobación de las cuentas de 1998, objeto de la denuncia ante el juez, se evitó aplazando la votación para más adelante, cuando haya finalizado la auditoría interna. En este sentido, Carles Carcolé aseguró a los presentes que recibirán una copia de la auditoría y que ésta será enviada al juzgado.