El "violador del Eixample" trabaja y ha aceptado la reinserción social

La consejera de Justicia de la Generalitat, Núria de Gispert, reveló ayer que Francisco López Maíllo, conocido como el violador del Eixample, "tiene actualmente un trabajo y tiene un lugar donde vivir, y por lo que parece ha aceptado acceder al grado de ayuda judicial que ha tenido". La responsable del Departamento de Justicia informó también de que planteará al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, un convenio para que se premie a los fiscales que sepan hablar catalán. Refiriéndose al caso de López Maíllo, De Gispert, que efectuó declaraciones a Catalunya Ràdio, reiteró que el violador del Eixample ha aceptado muy bien su rehabilitación y "funciona en el exterior muy bien y está agradecido de la ayuda que se le ha prestado". López Maíllo continúa viviendo en el anonimato desde que salió de la cárcel el 14 de octubre de 1998 después de haber cumplido 15 años por una treintena de violaciones. Su salida de prisión provocó una gran polémica, tanto por el tiempo que permaneció encarcelado, muy inferior al de la condena (592 años), como por la posibilidad de que gozara de ayuda de la Administración en caso de que no pudiera mantenerse por sus propios medios. Además, durante su estancia en prisión, López Maíllo se negó a seguir los tratamientos terapéuticos previstos para los casos de agresores sexuales. La responsable de Justicia también anunció su intención de pedir al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, un convenio para premiar a los fiscales que sepan catalán. De Gispert confirmó que esta primavera se reunirá con el fiscal general del Estado para que se puedan aplicar a los fiscales los méritos por el conocimiento del catalán. Núria de Gispert pidió al Gobierno central que establezca como prioridad un plan estratégico para la reforma de la justicia y añadió hace falta poner este objetivo "en la agenda política como un tema muy importante". Además aclaró que la cuestión se ha de abordar de una manera "global" y en "profundidad".