La víctima de un rito sectario recibe sepultura en L"Alfàs del Pi
Natalie Castleford, la ciudadana belga de 38 años que murió el pasado domingo, presuntamente víctima de un ritual de la secta La Fraternidad Blanca Universal de España, recibió ayer sepultura en L"Alfàs del Pi, localidad en la que residía junto a su marido, Agustín E. O., en prisión por orden judicial como uno de los supuestos responsables de la muerte de su esposa, junto a un matrimonio de Alzira también encarcelado. El juzgado de La Vila Joisa que lleva el caso mantiene el secreto de sumario, aunque fuentes cercanas a la investigación aseguran que la juez podría levantarlo en las próximas horas. El sacerdote que ofició ayer el entierro dijo en su homilía que las tres personas ingresadas en prisión por los hechos, el marido de la víctima y un matrimonio de Alzira, no quisieran posiblemente hacer mal a Natalie, sino todo lo contrario, por lo que pidió perdón para ellos aunque "humanamente tengan que pagar ese error". Entretanto, la Policía Judicial de la Guardia Civil continúa las pesquisas para esclarecer las circunstancias exactas de la muerte de la ciudadana belga. Antes de recibir sepultura, los forenses practicaron la autopsia al cuerpo de Natalie Castleford por orden de la juez que instruye el caso, toda vez que se confirma que el fallecimiento le sobrevino a la víctima por parada cardiorrespitatoria. De la investigación policial realizada hasta ahora se desprende también que los detenidos envolvieron a Natalie en una manta y se sentaron sobre ella con el propósito de cortarle temporalmente la respiración, en su creencia de que esta práctica provoca longevidad.
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