El juez del 'caso Brouard' deja en libertad provisional a los ex jefes policiales Planchuelo, Álvarez y Rosino
El jefe del mando único de la lucha antiterrorista entre 1984 y 1986, Francisco Álvarez, el ex jefe superior de policía de Bilbao Miguel Planchuelo y el ex comisario Antonio Rosino declararon ayer como imputados ante el juez que instruye la reapertura del sumario por el asesinato del dirigente de HB Santiago Brouard. Los tres, representados por el mismo abogado, Manuel Murillo, quedaron en libertad provisional (la fiscal no solicitó prisión para ellos) con la obligación de presentarse en el juzgado cada 15 días Rosino y cada semana los otros dos.Álvarez y Planchuelo (que ya declaró la semana pasada), ambos condenados por el secuestro de Segundo Marey, entraron en el edificio de la Audiencia bilbaína en el mismo vehículo. Los dos declararon ante el magistrado José Luis González Armengol que fue Julián Sancristóbal, en aquel momento director general de la Seguridad del Estado, quien dio la orden de que el ex policía Michel Domínguez desmintiese que los GAL habían sido los responsables del atentado contra Brouard. Rosino, el primer agente que investigó el atentado contra el pediatra abertzale, reiteró ayer que no existió ninguna orden de ningún responsable de Interior para que parase las pesquisas.
El pasado martes Planchuelo aseguró que Álvarez fue la persona que ordenó que Domínguez, también condenado por su relación con los GAL, desmintiera la autoría del asesinato de Brouard el 20 de noviembre de 1984 que él mismo había atribuido a los GAL un día después del crimen en llamadas telefónicas a varios medios de comunicación. Según Planchuelo, Álvarez fue el mando de Interior que le pidió que transmitiera a Domínguez esa orden.
En sus dos autos -por los que ha encarcelado al ex policía José Amedo, al industrial Luis Morcillo Pinillos, al guardia civil Rafael Masa, y a Sancristóbal- el juez aseguró que todos ellos, salvo Morcillo, participaron en una reunión celebrada a principios de diciembre de 1983 en el hotel Ercilla, de Bilbao, en la que se planeó el asesinato del dirigente independentista. En esas resoluciones judiciales, el magistrado apuntaba también que en dicho encuentro participaron "otras personas".
El juez ha citado para el viernes a Domínguez y al mercenario de los GAL Mohand Talbi, que fue quien primero desveló la existencia de la reunión del hotel Ercilla. El abogado de la acusación particular, Txema Montero, ha solicitado careos entre Talbi y Domínguez y los cuatro encarcelados por este caso, además de ruedas de reconocimiento para que Talbi confirme quiénes asistieron a la reunión del Ercilla. En su comparecencia del pasado martes, Planchuelo negó cualquier relación con el atentado. Al terminar su testimonio y cuando el juez se disponía a realizar la vistilla con la fiscal y las partes para decidir su situación procesal, Planchuelo pidió reunirse a solas con el magistrado y la fiscal y ampliar su declaración por la tarde. Esta solicitud levantó expectativas, luego frustradas, entre algunos abogados, ante la posibilidad de que Planchuelo hubiera decidido tirar de la manta.
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