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Ruiz-Gallardón decide que el "metrosur" discurra en todos sus tramos bajo tierra

El metrosur, la línea circular que debe enlazar los núcleos urbanos de Móstoles, Alcorcón, Leganés, Getafe y Fuenlabrada durante la próxima legislatura, será subterráneo en su totalidad si el Partido Popular revalida la mayoría en las próximas elecciones autonómicas del 13 de junio. Cuando el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz-Gallardón, presentó este proyecto, durante el último debate sobre el estado de la región (30 de septiembre), explicó que los tramos entre una ciudad y otra discurrirían a cielo abierto, aprovechando la ausencia de desarrollos urbanísticos. Sin embargo, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, ha persuadido a su jefe de filas para que el metrosur discurra por el subsuelo en todos y cada uno de sus 35 kilómetros de trazado, con el argumento de que donde ahora hay eriales pueden construirse viviendas en un futuro, momento a partir del cual el trazado férreo se convertiría en un estorbo."Me lo he pensado mejor", confesó el máximo responsable de las infraestructuras regionales a este periódico. A su juicio, una apuesta tan "ambiciosa" como la línea metropolitana del sur bien merece el esfuerzo económico suplementario de enterrarla íntegramente, "porque, tarde o temprano, lo que se construye en superficie termina enterrándose después". Pensaba, sin duda, en el caso de las vías férreas a su paso por Getafe, cuyo soterramiento le costará ahora a la Administración regional y al Ayuntamiento getafense más de 8.500 millones de pesetas. Otras ciudades del sur, como Leganés y Fuenlabrada, también han demandado con insistencia el enterramiento de sus líneas de cercanías, pero la Comunidad lo ha desechado por falta de presupuesto.

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El metrosur que el PP presentará como proyecto estrella para la próxima cita electoral suma 35 kilómetros de trazado y 29 estaciones. Su coste inicial se estimaba en 130.000 millones de pesetas, pero los técnicos regionales deberán revisar el cálculo ligeramente al alza, en una cuantía aún no determinada.

PASA A LA PÁGINA 3

La Comunidad quiere construir el 'metrosur' bajo tierra para reducir el impacto ambiental

VIENE DE LA PÁGINA 1 Pese a todo, el consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, da el dinero por bien empleado. "El impacto acústico y medioambiental de un trazado al aire libre, en trinchera, es indudablemente mayor que el de una línea bajo tierra. Antes o después, los alcaldes de estas ciudades terminarían quejándose, así que es mejor actuar con un mínimo de previsión", relató el consejero.

Las opiniones que el metrosur suscita entre los munícipes sureños siguen siendo muy dispares, y van desde el entusiasmo indisimulado en el caso del regidor de Getafe, Pedro Castro, y el abierto recelo de su homólogo de Fuenlabrada, José Quintana, también del partido socialista.

El alcalde de Alcorcón, Jesús Salvador Bedmar -que no se presenta a la reelección; el cabeza de lista del PSOE será Enrique Cascallana-, se desmarcó esta semana con unas declaraciones en las que pedía al presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, que le explique el diseño del metrosur con detalle, "ya que se trata de un proyecto de interés para todos los vecinos".

Por su parte, Izquierda Unida insiste en que esta línea tendría un coste elevadísimo en relación con su utilidad, ya que no se han previsto paradas en los polígonos industriales de la zona o en puntos tan neurálgicos como el hospital Universitario de Getafe y el Severo Ochoa de Leganés. Esta coalición propondrá como alternativa un trazado de metro ligero, íntegramente en superficie.

Parada fantasma

Pero los proyectos de la ampliación de la red del metro no se agotan con su extensión a las ciudades del sur. En la capital, estos trabajos han dado lugar a una paradoja, o, más exactamente, a una estación fantasma. El último tramo pendiente en la línea 7, entre Valdezarza y Pitis, pasará de largo por la estación de Arroyo del Fresno, situada en una futura zona residencial aún pendiente de desarrollo urbanístico. Aunque la estación está prácticamente finalizada, igual que todas las demás del tramo, el consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, Luis Eduardo Cortés, ha decidido que permanezca cerrada "para evitar deterioros". El último estirón de la línea estrella del metro se abrirá al público el próximo 29 de marzo. Entre las seis últimas paradas de la línea 7 hay una a la que le esperan unos buenos meses de "hibernación", en definición del consejero Cortés. Arroyo del Fresno es uno de los nuevos barrios de la periferia de Madrid, con 3.000 viviendas proyectadas.

Sin embargo, es muy probable que este desarrollo urbanístico no sea una realidad hasta principios del año 2001, por lo que la estación de metro, por ahora, contaría, según Obras Públicas, con un número de usuarios ínfimo. En consecuencia, el máximo responsable de las obras del metro ha decidido que no merece la pena ponerla en servicio, porque hacerlo terminaría acarreando más problemas que beneficios.

"La estación está prácticamente finalizada, igual que todas las demás de la línea. Sólo he ordenado que no se instalen los remates finales, todas aquellas cosas susceptibles de deterioro", explicó Luis Eduardo Cortés.

A su juicio, abrir una boca de metro en medio de lo que hoy es aún un descampado sólo serviría "para convertirla en cualquier cosa desagradable". Por ello, el político regional ha preferido esperar a que lleguen los primeros vecinos a Arroyo del Fresno, aunque ello signifique restar una estación en el cómputo de 32 nuevas paradas del que tanto ha presumido el Ejecutivo del PP a lo largo de la legislatura.

Espera hasta el 2001

La primera visita a la estación de Arroyo del Fresno la realizarán el presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, y el propio Cortés durante el viaje inaugural del último tramo, que ambos políticos han anotado en su agenda para el próximo lunes 29 de marzo. Sin embargo, los usuarios de a pie no podrán pisar estos andenes hasta finales del año 2000 o los primeros meses del 2001.

Los convoyes, tras partir de la estación de Lacoma, pasarán de largo y no pararán hasta desembocar en Pitis, donde está el final del trayecto y la correspondencia con las líneas de cercanías que conducen al noroeste.

El consejero de Obras Públicas admitió que las circunstancias que concurren en el caso de Arroyo del Fresno son "peculiares". "Ojalá siempre se pudieran hacer las infraestructuras de transporte antes de que llegue la gente, como sucede en esta ocasión, pero es evidente que se trata de un caso excepcional", anotó.

Puesto que los diseñadores de la ampliación del metro tenían claro que la línea 7 debía desembocar en la red de cercanías por su extremo oeste, "no se podía dejar pasar la oportunidad" de prever una parada en este nuevo barrio, aunque aún se encuentre en su primera fase de construcción.

El caso de Arroyo del Fresno guarda cierto paralelismo con el del Ensanche de Vallecas, para el que la Consejería de Obras Públicas ya ha sacado a concurso público una ampliación de la línea 1 con tres nuevas estaciones. Este proyecto ya se encuentra en el periodo de información pública -a la espera de las posibles alegaciones del Ministerio de Fomento, la Consejería de Medio Ambiente o el Ayuntamiento de Madrid-, pese a que aún no se ha colocado ni un solo ladrillo de los 26.000 pisos que configurarán esta futura miniciudad.

La inauguración del día 29 de marzo, con las nuevas estaciones de Antonio Machado, Peña Grande, Avenida de la Ilustración, Lacoma, Arroyo del Fresno y Pitis, supondrá el punto final del proyecto más ambicioso de todo el plan de ampliación 1995-1999.

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