Canogar cree que el desfase estético entre el público y los artistas se acorta
El pintor Rafael Canogar (Toledo, 1935), uno de los fundadores del grupo El Paso, cree que el desfase entre el arte contemporáneo y el gusto de la mayoría se está acortando. Canogar, que se atrevió a apostar por el Informalismo a finales de la década de los cincuenta en un momento en que en España imperaba el academicismo, abrió ayer las VI Jornadas de Arte Contemporáneo que se celebran en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. "La sociedad ha empezado a asimilar la estética contemporánea casi sin darse cuenta. La moda, la publicidad y la arquitectura se basan en obras como, por ejemplo, las de Mondrian. Sin embargo, la confrontación con la obra original es todavía difícil porque existe una deformación de lo que debe de ser una obra de arte", comenta el pintor, que dentro de dos años ofrecerá una retrospectiva de su obra en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid. "Ciertos museos, como El Prado, han sido determinantes para fijar la imagen de lo que debe admitirse como arte: una obra figurativa que responda a unos esquemas clásicos de representación", asegura Canogar, uno de los artistas más reconocidos del panorama actual quien ya en 1971 recibió el Gran Premio de la Bienal de Sao Paulo. El pintor hizo ayer un repaso por las distintas etapas que ha atravesado su obra y concluyó diciendo que no ve su obra como "una evolución paulatina" sino como "una poética de planteamientos sincopados y diversos pero coherentemente enlazados", aseguró el pintor, quien considera que el artista no puede "ralentizar su trabajo para acompasarlo al gusto del espectador medio".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.