El "asesino de la mezquita" tendrá que ingresar en un centro psiquiátrico
La Audiencia de Madrid ha ordenado el internamiento en un centro psiquiátrico, durante un periodo no superior a 25 años, de Saad Slamti, conocido como el asesino de la mezquita por haber matado a hachazos al imam de la mezquita de Madrid y a un empleado de la Embajada marroquí en España el 23 de octubre de 1990.El tribunal considera que Slamti cometió sendos crímenes guiado por una grave alteración psíquica, que "anuló plenamente sus facultades cognoscitivas y volitivas". La Sección Primera de la Audiencia atiende de esta forma los alegatos del abogado de Slamti, Marcos García Montes, quien defendió que su cliente cometió ambos crímenes basándose en la psicótica creencia de que sus víctimas trataban de envenenarle. En el juicio, el fiscal pidió 34 años de prisión para el procesado.
Tras cometer ambos crímenes, Saad Slamti logró salir de España y fue detenido en Francia seis años después del crimen y trasladado a España para ser juzgado. Slamti cometió los dos asesinatos en un dormitorio ubicado en el sótano de la Mezquita, aprovechando que sus víctimas dormían en ese momento. Slamti se dirigió hacia ellos y les atacó con un hacha y un cuchillo, "de forma tan imprevista que no tuvieron tiempo de reaccionar en forma alguna". Murieron en el acto tras recibir numerosos hachazos y cuchilladas.
Hacha y cuchillo
Una vez asesinados, Slamti dejó una nota en la que intentó explicar el motivo que le había guiado para asesinarles. Señaló que había matado al imam Ahmed Zekh y al diplomático Thami Azzi bajo los efectos de una sustancia con la que, según él, le querían envenenar. Luego depositó el hacha y el cuchillo junto a las cabezas de otras personas que dormían en otras estancias del mismo edificio y huyó.Sostiene la Audiencia que no se puede reprochar penalmente la "inmotivada acción" de Slamti porque sobre él actuó "la fuerza e intensidad de las ideas delirantes que le acosaban". "Se sintió envenenado y por eso reaccionó matando a sus envenenadores", señala el tribunal, que añade que estos "paranoicos" son los causantes de las denominadas "acciones inmotivadas".
Según la Sección Primera de la Audiencia Provincial, que preside José Manuel Maza, Slamti no habría matado a nadie si no hubiese sido por la enfermedad psíquica que sufre, y que no habría actuado tan violentamente contra dos personas que, en realidad, nunca le habían hecho ningún mal.
La Audiencia considera, pues, que el procesado debe ser tratado en un centro penitenciario psiquiátrico durante un periodo no superior a 25 años, del que sólo puede salir si en el futuro si su estado mejorase. Por ello, ordena que sea traslado al psiquiátrico de la prisión de Fontcalent (Alicante).
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