Mil personas se concentran en La Fe contra el cierre de camas y el desmantelamiento del hospital

Cerca de 1.000 personas se concentraron ayer en el hospital La Fe de Valencia "por la no agresión al sistema sanitario público" y en contra del cierre de camas en el "buque insignia" de la sanidad valenciana. Convocados por los sindicatos UGT y CC OO, a los que la dirección del centro acusa de "politizar el tema", terminaron manifestándose en la avenida de Campanar contra el desmantelamiento del hospital y para exigir que no se cierre "ni una cama más". Representantes del PSPV-PSOE, NE y EU-Els Verds asistieron a la concentración para mostrar su rechazo a la privatización de la sanidad. Asociaciones de vecinos y consumidores se adhirieron también a la masiva protesta.

Durante la concentración, a la que asistieron en total un millar de personas, según fuentes policiales, se repartió un comunicado suscrito por los sindicatos convocantes, la Asociación Ciudadana para la Defensa de la Salud, la Unión de Consumidores, el Foro Sanitario y la Confederación de Asociaciones de Vecinos de la Comunidad Valenciana. En él se rechaza la privatización de la sanidad, la pérdida de puestos de trabajo, "que supone una pérdida en la calidad asistencial", la fragmentación de La Fe, el cierre paulatino de camas y el modelo de hospital público de gestión privada instaurado en Alzira. La candidata socialista al Ayuntamiento de Valencia, Ana Noguera, manifestó su preocupación por el desmantelamiento de La Fe y recriminó a la alcaldesa, Rita Barberá, que no se haya pronunciado al respecto. Noguera recordó que los cerca de 6.000 trabajadores del hospital "ven peligrar" su puesto de trabajo y criticó el "ataque" al buque insignia valenciano, que calificó de "pilar del Estado de Bienestar". Ricardo Peralta, de Nova Esquerra, señaló que el problema de fondo es la "desastrosa gestión de la sanidad valenciana", mientras Alfred Botella, de EU-Els Verds, se mostró contrario a la privatización de un hospital que debe seguir siendo "público y en condiciones". El secretario general de CC OO-PV, Joan Sifre, criticó la "falta de diálogo" por parte de la Consejería de Sanidad y dijo que su organización "no consentirá imposiciones y experimentos" como el de Alzira. Miguel Usó, de la FSP-UGT, advirtió que el desmantelamiento de La Fe afectará a otros centros sanitarios y dijo que el desvío de pacientes a hospitales privados esconde "un claro negocio para unos cuantos". La federación sindical de UGT del hospital Arnau de Vilanova también se adhirió al acto en defensa de sus compañeros de La Fe. Por otra parte, la sustitución de unas tuberías en el pabellón de Maternidad del hospital provocó ayer un escape de agua que acabó encharcando una sala en la que había dos incubadoras fuera de servicio, según indicaron fuentes del centro sanitario, que aseguran que los daños son escasos y que los aparatos volverán a funcionar hoy.