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MAITE BARRUETABEÑA CONDUCTORA DE TRINEOS "Los que dopan a los perros demuestran la degradación humana"

Maite Barruetabeña, conductora de trineos tirados por perros, se ha instalado en la élite mundial de la especialidad. Acostumbrada a vivir este deporte entre bastidores, una arbitrariedad colocó a esta guipuzcoana las riendas de un tiro en las manos, hace un año, en la Pirena (la prueba, que atraviesa parte del Pirineo, es la más prestigiosa de Europa). Esta misma cita confirmó hace unas semanas su talento y la valía de sus perros: cuarta en la general y primera mujer. Maite no ha tenido ocasión de asimilar su éxito. Del Pirineo se trasladó a Eslovaquia para regalarse el cuarto puesto en el Mundial. Sólo un problema mecánico le privó del podio. Pregunta. ¿En qué se convierten los perros cuando se es conductora? Respuesta. Es como una unión, una extensión de tu propia persona en la que también forma parte el trineo. Cuando todo va bien se crea una gran armonía. P. ¿Es usted de las que prefiere la compañía de los perros a la de las personas? R. Ese suele ser el dicho, pero creo que se pueden compaginar los afectos. En este deporte, los perros son fundamentales y además dan mucho y no piden nada, con lo cual es difícil no cogerles cariño. Pero yo no tengo ningún problema con las personas. P. Llegaste a ser conductora inducida por tus patrocinadores. ¿Sigues pensando que su interés era machista? R. Un poco machista sí que es, pero lo cierto es que existen otros factores que hacían recomendable mi reconversión: hay muy pocas mujeres que compiten, con lo cual los medios siempre se van a fijar más en nosotras. En el Mundial, de 159 participantes sólo cinco eran mujeres. Además, no es fácil encontrar un musher [conductor] de poco peso, factor que favorece la velocidad del tiro. P. ¿Cómo se reparte el éxito entre musher y perros? R. El 80% del mérito es de los perros, el resto del conductor que tiene que tener fuerza, capacidad de reacción, sangre fría para no frenar cuando se pasa miedo en alguna bajada. P. ¿Le ha cogido gusto a la competición o le gustaba más su papel de cuidadora-entrenadora? R. Se le coge gusto, pero me gusta más el trato con los animales, prepararlos. Competir sirve para constatar in situ los frutos de tanto trabajo, que a fin de cuentas es lo que atrae a los patrocinadores. P. ¿Se gana dinero con este deporte? R. No, más bien se pierde. Aunque los patrocinadores ayuden no se llega a cubrir el presupuesto medio anual, que ronda los dos millones de pesetas. Ganan dinero los tres o cuatro profesionales que existen en este deporte. P. Parece que el sexo de los participantes no influye en el resultado. R. Así es, porque casi todo depende de la fuerza de los perros. Además, las mujeres tenemos ciertas ventajas: somos más ligeras y se está demostrando que los perros no obedecen más a las voces graves y autoritarias de los hombres. P. Está prohibido insultar a los perros en competición ¿le cuesta morderse la lengua? R. En absoluto. Soy muy tranquila, quizás demasiado. A lo mejor necesitaría tener un poco más de mala leche. Pero si les gritas a unos perros cansados, no te entienden porque tienen sus propios ritmos. P. ¿Mantienen las carreras de trineos el romanticismo de la aventura? R. A duras penas. Esto se ha convertido en una competición pura y dura. De hecho, se está pensando en convertirla en especialidad olímpica. P. ¿Existen perros dopados? R. Existen controles, y si los hay es porque puede haber perros dopados. Seguramente los habrá, lo que indica hasta qué punto puede degradarse la raza humana.

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