Los planes de Morán para su candidatura chocan con las agrupaciones socialistas

Una reunión celebrada en la noche del viernes entre Fernando Morán y 24 secretarios generales de las agrupaciones socialistas madrileñas marcó el comienzo oficial del proceso para poner nombres y apellidos a la candidatura del PSOE al Ayuntamiento de Madrid. Los puntos de vista de Morán y de los responsables de agrupaciones chocan. Morán quiere contar con un "equipo suficiente" de personas vinculadas a él, mientras que los secretarios desean una candidatura donde sientan representadas a sus agrupaciones.

La candidatura socialista a la alcaldía de Madrid habrá de incluir 53 nombres, de los cuales una veintena aproximadamente contará con posibilidades de salir elegida en los comicios municipales del 15 de junio. Por el sistema interno vigente en el PSOE, hombres y mujeres deberán estar paritariamente representados en la candidaturaMorán argumentó en la reunión, a la que también asistió el secretario general de los socialistas madrileños, Jaime Lissavetzky, que le resultaba necesario contar con un núcleo de personas más próximas a él, "un equipo suficiente", fueron sus palabras, pero no fijó ni el tamaño ni la composición de este equipo. "No quiero dar sus nombres para no quemarlos, y me consta que algunos de ellos serán propuestos por las bases de sus propias agrupaciones", apuntó. "Hablar de siete o de nueve personas, como se ha hablado, resulta exagerado", precisó Morán, pero señaló que no va a renunciar a tal prerrogativa. "El reglamento establece que las listas las harán el candidato y la organización del partido", matizó.

Los responsables de las agrupaciones socialistas madrileñas desean hallar en la candidatura una representación territorial garantizada, por lo que, dada su amplitud, se muestran "preocupados" ante las intenciones de Morán de "imponer a la mitad de los futuros concejales socialistas". En cuanto al equipo próximo al candidato, algunos de los asistentes argumentaron que el candidato socialista Enrique Tierno (alcalde entre 1979 y 1986) sólo designó a una persona próxima, Manuel Ortuño, con las características de las de aquellas con las que Morán desea rodearse. A la sazón, no mediaban unas elecciones primarias.

La reunión fue definida por Morán como "amistosa, larga y dura". "Nunca antes había comparecido el candidato ante todos los secretarios de agrupación", se ufanó Morán.