Perros
JUANJO GARCÍA DEL MORAL De repente se ha venido abajo una de las reglas clásicas de los manuales de periodismo acerca de lo que es noticia y lo que no lo es. Según decían aquellos libros, perro muerde hombre no es noticia; en cambio sí lo es hombre muerde perro. Y sin embargo, los periódicos y revistas, los programas de radio y de televisión, se han llenado últimamente de rottweilers, pitbulls, boxers, dogos argentinos y toda clase de razas caninas supuestamente agresivas. Como si hasta ahora los perros nunca hubieran mordido a los hombres. Es cierto que recientemente varios de esos mordiscos han acabado con la vida de personas, pero en toda la polémica que se ha desatado en torno a esos terribles sucesos se han introducido argumentos absurdos y se está menospreciando la sabiduría popular, según la cual los perros y sus amos tienden a parecerse, incluso físicamente. Se ha hablado de control y de esterilización de perros, incluso de selección genética de razas, se propugnan normativas represivas y la obligatoriedad de contratar seguros para determinados tipos de canes, además de los clásicos bozal y correa. Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, pero por mor de estos sucesos recientes parece que los canes están perdiendo esa condición. Y es injusto. El perro requiere ser educado, y es el amo el responsable de ese proceso. El can aprenderá lo que su dueño quiera: desde llevarle las zapatillas y el periódico, hasta atacar a muerte al intruso. Naturalmente que no todas las razas son iguales, pero ¿quién no ha sufrido el ataque de un chuchito con evidentes malas pulgas llevado por una vieja cascarrabias? Desde ese punto de vista, algunas razas de perros caracterizadas por la fiereza que pueden llegar a mostrar deberían ser consideradas como armas y, su posesión, sometida a parecidos controles: licencias, exámenes psicológicos, etcétera. En manos de un cabeza hueca, hasta un inofensivo caniche puede resultar peligroso. La sabiduría popular no se engaña: casi todos los pitbull, boxer, rottweiler... que han salido en los periódicos guardaban enorme parecido con sus descerebrados amos.
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