_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Perros

JUANJO GARCÍA DEL MORAL De repente se ha venido abajo una de las reglas clásicas de los manuales de periodismo acerca de lo que es noticia y lo que no lo es. Según decían aquellos libros, perro muerde hombre no es noticia; en cambio sí lo es hombre muerde perro. Y sin embargo, los periódicos y revistas, los programas de radio y de televisión, se han llenado últimamente de rottweilers, pitbulls, boxers, dogos argentinos y toda clase de razas caninas supuestamente agresivas. Como si hasta ahora los perros nunca hubieran mordido a los hombres. Es cierto que recientemente varios de esos mordiscos han acabado con la vida de personas, pero en toda la polémica que se ha desatado en torno a esos terribles sucesos se han introducido argumentos absurdos y se está menospreciando la sabiduría popular, según la cual los perros y sus amos tienden a parecerse, incluso físicamente. Se ha hablado de control y de esterilización de perros, incluso de selección genética de razas, se propugnan normativas represivas y la obligatoriedad de contratar seguros para determinados tipos de canes, además de los clásicos bozal y correa. Dicen que el mejor amigo del hombre es el perro, pero por mor de estos sucesos recientes parece que los canes están perdiendo esa condición. Y es injusto. El perro requiere ser educado, y es el amo el responsable de ese proceso. El can aprenderá lo que su dueño quiera: desde llevarle las zapatillas y el periódico, hasta atacar a muerte al intruso. Naturalmente que no todas las razas son iguales, pero ¿quién no ha sufrido el ataque de un chuchito con evidentes malas pulgas llevado por una vieja cascarrabias? Desde ese punto de vista, algunas razas de perros caracterizadas por la fiereza que pueden llegar a mostrar deberían ser consideradas como armas y, su posesión, sometida a parecidos controles: licencias, exámenes psicológicos, etcétera. En manos de un cabeza hueca, hasta un inofensivo caniche puede resultar peligroso. La sabiduría popular no se engaña: casi todos los pitbull, boxer, rottweiler... que han salido en los periódicos guardaban enorme parecido con sus descerebrados amos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_