El gran clásico entra en la modernidad
El Barça recibe al Madrid en el Camp Nou en un partido en que la cortesía y el fútbol dominan al enfrentamiento
Ni el gran clásico ha escapado a la modernidad. Hoy corren otros tiempos en el fútbol. Al igual que ya ocurrió en el Bernabéu, el Barça-Madrid de hoy en el Camp Nou tiene más de normalidad que de singularidad. Por el horario (17.00 horas, Teletaquilla de Canal Satélite Digital), la cortesía en las relaciones entre clubes y el respeto de los equipos, el partido tiene más de disputa futbolística que de cualquier otra cosa. El juego se impone propiamente a la pasión.
El Barça ha asumido su condición de favorito sin estridencias. Ha cogido vuelo (siete victorias consecutivas), está bien armado (la alineación no la discute nadie) y, eliminado de la Liga de Campeones, defiende su condición de campeón español con confianza: es el líder y le saca tres puntos al Madrid, equipo que lleva 15 años sin ganar en el Camp Nou.
A Van Gaal incluso le sobran jugadores: Nadal y Giovanni se han quedado fuera de la lista de convocados. El Madrid, por contra, anda falto de efectivos. No tiene a Redondo ni ha podido recuperar a Illgner, bajas que le restan fiabilidad. Hiddink completó la expedición incluyendo a Karanka por Fernando Sanz. "Ha sido una semana bastante dura para él", argumentó el técnico madridista, respecto al hijo del presidente, "y entiende como justa mi decisión de que se tome el fin de semana libre. Lo ha pasado muy mal". La plantilla, al enterarse de la ausencia, pidió a Hiddink que le incluyera en la expedición y finalmente viajó.
Circunstancias favorables
Pese a todo, el Madrid se hace respetar sin decir nada, sobre todo por el peso de futbolistas como Raúl, Hierro o Mijatovic, capaces de sobrevivir a cualquier situación. "Hay que jugar sin miedo", reclamó Hiddink, "atreverse a jugar al fútbol. Nuestra actitud será fundamental". Por la alineación, sin embargo, se diría que el Madrid cederá la iniciativa. No jugarán Guti ni Savio, y sí Sanchis de medio centro y Jarni de volante. "La cuestión está en buscar el equilibrio", argumentó el entrenador.A su favor juegan dos circunstancias. Hiddink conoce muy bien a la mayoría de azulgrana, por su condición de ex seleccionador holandés, y el Madrid gusta de jugar presionado. "Las rachas acaban siempre algún dia", proclamó Hiddink. "Vamos a ver si esta vez rompemos la dinámica de los malos resultados en el Camp Nou". El discurso del técnico se vio acompañado por un parlamento del presidente Sanz a sus jugadores.
El Barça, mientras, aguarda el partido con serenidad y repeliendo el optimismo que crece en torno al Camp Nou. Los azulgrana están convencidos de que pueden alcanzar hoy su octava victoria consecutiva. "No es buena tanta euforia", reconoció el holándés. "La presión que sufren los jugadores es mayor y las expectativas son más altas. Pero es mejor", admitió, "afrontar un clásico de esta forma que no tras cuatro derrotas consecutivas o en las condiciones en que llegamos en la ida".
No parece que vayan a producirse sorpresas en el once azulgrana. Todo indica que jugarán los mismos hombres del último día salvo el cambio obligado de Pellegrino, sustituido por Frank de Boer, sancionado en Almendralejo. Ahora que funciona, Van Gaal retoca al equipo lo menos posible. La opción de Bogarde ha quedado descartada. El entrenador ha preferido no arriesgar: le entusiasma el defensa, pero el estado de forma del lateral es tan bajo que incluso provocó hilaridad en la grada el día del Benidorm en la Copa.
"¿Sabes tú si va a jugar Ronald de Boer?", le preguntó Van Gaal con reproche a un periodista cuando le planteó si el jugador sería capaz de taponar la banda derecha. El gemelo tuvo serios problemas como lateral ante el Extremadura. "Yo no comparto esa visión", dijo Van Gaal, muy seguro. Tanto es así, que aseguró que no pensaba disponer ningún marcaje especial sobre Raúl, el hombre que obsesiona más a su equipo: "Mi filosofía pasa por no establecer una defensa individual, aunque ya sé que Raúl ha marcado muchos goles a Hesp (seis). Pero sé que toda la gente busca una victoria. Jugar en casa es una ventaja".
Instrucciones de Van Gaal
Van Gaal dio instrucciones a sus futbolistas de ser comedidos en sus declaraciones -"es bueno respetar al rival y no provocar"- y ayer ofreció un mensaje político. No le inquieta un Madrid más defensivo y negó que fuera una ventaja la baja de Illgner. "Siempre es mejor tener en forma al portero titular, pero he visto a Contreras y es un buen portero", dijo. "Ganar es una cuestión de prestigio, porque el partido no será decisisivo", apuntó Hesp. "Me basta el 1-0", añadió Kluivert. Habrá lleno en el Camp Nou, lo que sólo sucede últimamente con el Madrid. El club no ha puesto entradas en taquilla (el aforo se ha reducido tras reconvertir todas las localidades en asientos y ya no caben ni todos los socios) pero anteayer se produjo algo sospechoso. Varios revendedores ofrecían entradas de tribuna hasta por 75.000 pesetas, según informó El Periódico de Catalunya. El partido está considerado de alto riesgo. Aprovenchando las entradas que el Barça suministró al Madrid (unas 300), varias decenas de ultras sur viajarán en autómóvil a Barcelona, fuera del control policial.
Barcelona: Hesp; Abelardo, Frank de Boer, Sergi; Guardiola; Ronald de Boer, Luis Enrique, Cocu; Figo, Kluivert y Rivaldo.
Real Madrid: Contreras; Panucci, Hierro, Iván Campo, Roberto Carlos; Seedorf, Sanchis, Jarni; Raúl; Morientes y Mijatovic.
Árbitro: Iturralde González.
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