Ramos Espejo rastrea los sucesos que originaron los dramas de Federico García Lorca
"Si ésa viviera no tendríais cojones", les espetó un vecino de Valderrubio (Granada) a los periodistas que rodaban la serie de Canal Sur Buscando a Lorca. A estos vecinos no les gustaba que los periodistas hurgaran en el pueblo que Federico García Lorca tomó como escenario de La casa de Bernarda Alba. El hecho ocurrió el pasado agosto. "Ésa" que los tenía mejor puestos que cualquier hombre era el personaje en que se basó el poeta para crear a Bernarda Alba. Antonio Ramos Espejo, director de El Correo de Andalucía, contó esta anécdota el pasado jueves en la presentación de su libro García Lorca en los dramas del pueblo. Ramos Espejo se lanzó hace años a rastrear la huella de los personajes, sucesos y escenarios que utilizó Lorca como sustrato de Bodas de sangre, Yerma y La casa de Bernarda Alba. El resultado es, en ocasiones, estremecedor. Algunos políticos tratan de proclamar que Lorca es ya puro pasado al que salva su condición de arte y que su muerte fue fruto de unas circunstancias casuales. No es cierto. Como prueba de la falsedad de ese aserto todavía hoy perviven muchos de los odios que llevaron al poeta hacia la muerte. Se pueden elegir decenas de ejemplos para probar que el mundo que describió Lorca no ha muerto. Ramos Espejo relata su experiencia en la romería de Moclín (Granada), que Lorca utilizó como motivo en Yerma. Todavía hoy suben las mujeres estériles a Moclín a venerar la imagen del Santísimo Cristo del Paño con el deseo de que haga posible su maternidad. Ramos Espejo publicó un reportaje en la legendaria revista Triunfo en 1981 sobre esta romería. "La cuesta que sube del pueblo a la ermita aparece bordeada de pobres, inválidos, tullidos... un espectáculo irritante, de náusea organizada, medieval y espeluznante. Tres hombres componen con sus figuras un estandarte: el cojo, con camisa de hábito morado con cordón dorado sobre el pecho, se sostiene en los cuerpos de dos mancos, y recitan y cantan, con soniquete de peregrinos de ultratumba, saludos de oración y penitencia", escribe Ramos Espejo en García Lorca en los dramas del pueblo. Editada por el Centro Andaluz del Libro, esta obra inicia una colección centrada en la investigación de los más diversos aspectos de la región. Ramos Espejo explicó el pasado jueves que había seguido el "viaje" contrario al que efectuó Lorca. El poeta tomó la realidad como base de su creación. Ramos Espejo ha hecho lo contrario. A partir de las obras del poeta ha rastreado los hechos reales e, incluso, ha buscado lo que queda de ellos en la sociedad actual. Destaca así en el libro la fotografía de la envejecida protagonista de Bodas de sangre, así como el testimonio del novio abandonado. El suceso, ocurrido en 1928, fue conocido como el crimen de Níjar. Lorca lo leyó en la prensa y empezó a acariciar la idea de escribir una obra basada en este suceso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.