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El fiscal pide 19 años de cárcel para el hombre que degolló a un taxista

Rufino José Sipoto, el ciudadano guineano de 24 años acusado de degollar a un taxista para robarle 3.000 pesetas, será juzgado a partir del próximo día 1 de marzo en la Audiencia de Madrid. El fallecido es Amador Suárez Méndez, de 56 años, a quien le segó ambas yugulares con un cuchillo de nueve centímetros de hoja. Un jurado popular (nueve ciudadanos) se pronunciarán sobre su culpabilidad o inocencia. El crimen se produjo en la calle del Caballero de Gracia, en los aledaños de la Gran Vía, sobre las 15.30 del pasado 17 de marzo de 1998.El fiscal solicita que sea condenado a un total de 19 años de cárcel por delitos de asesinato y robo y que indemnice a la viuda e hijos del taxista con 30 millones de pesetas. El abogado de la acusación particular reclama que la condena por asesinato sea de 20 años, mientras que la defensa reclama la libre absolución.

El fiscal sostiene que el crimen se debió a un atraco y que el acusado sacó un cuchillo y le cortó el cuello al taxista porque se resistió. La hoja del cuchillo quedó clavada en el cuello de la víctima. El fiscal asegura que tras rebanarle el cuello, el acusado sustrajo parte de la recaudación que portaba la víctima. "No le quitó más dinero porque salió huyendo al ver que algunos transeúntes se percataron del crimen e intentaron detenerle", explica el fiscal. Rufino fue detenido poco después por un policía en la Red San Luis (Fuencarral). Aún tenía las manos llenas de sangre. Fue trasladado a comisaría, donde fue identificado. Poco después se supo que años atrás había sido uno de los niños de San Ildefonso que cantan la lotería.

Según la defensa, Rufino Sipoto sufre problemas de alcoholismo y politoxicomanía, por los que ha recibido tratamiento. Además, en el momento de los hechos se encontraba bajo la influencia de la combinación de alcohol, éxtasis y hachís, y llevaba tres días sin dormir. La defensa entiende que su cliente se limitó a defenderse de una agresión anterior del taxista porque no podía pagarle el viaje, y que ambos mantuvieron un forcejeo en el curso de la cual Rufino logró arrebatarle el arma.

Protestas por el crimen

Amador falleció en el hospital Clínico 34 horas después debido a un infarto en el hemisferio derecho del cerebro y graves lesiones en centros nerviosos vitales, causadas por la pérdida de sangre. Por el asesinato, el fiscal pide para Rufino José 17 años de cárcel y otros dos por el robo.A raíz de este suceso, varias asociaciones del sector del taxi convocaron movilizaciones demandando mayor seguridad, especialmente en la zona en que Amador fue agredido.

Según estas asociaciones, el suceso demostró el permanente y grave riesgo del trabajo que desempeñan los taxistas. En un comunicado, pidieron que cayera sobre el agresor todo el peso de la ley.

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