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El sexo en la cabeza

En los siglos XVI y XVII en el País Vasco, las mujeres casadas y las solteras que hubieran tenido algún desliz tenían la obligación de llevar un tocado en la cabeza para diferenciarse públicamente de las vírgenes o doncellas. Y si no lo hacían eran castigadas. Eso sí, la forma de los tocados, que cubrían la cabeza, los hombros y el cuello, dependía de la originalidad de la mujer que los llevara. Ésta es una de las cosas que enseña la exposición Moda femenina en Bilbao (siglos XVI-XVII) que permanecerá en la biblioteca bilbaína de Bidebarrieta hasta el 15 de marzo. La muestra incluye cuatro vestidos, seis tocados y varios dibujos y fotografías de cuadros que muestran cómo se vestían las mujeres vascas de la Edad Moderna. "Entonces la moda era infinita y estaba vinculada casi a cada mujer y a cada localidad", explicó Joseba Agirreazkuenaga, responsable de Bidebarrieta Kulturgunea. La apertura de la exposición se acompañó de una conferencia sobre la materia del sociólogo e investigador de las tradiciones vascas Iñaki Irigoien, quien explicó, entre otras cosas, que "en un decreto municipal de 1477 se manda que "las mujeres que duermen con los onbres e se venden por moças onestas se pongan tocas açefranadas". La Inquisición arremetió contra la moda vasca de estos siglos por sus claras connotaciones sexuales, algo que podrán comprobar quienes visiten la muestra. Muchos de los tocados que se exponen tienen formas fálicas y algunos se componen de dos cuernos que hablan por sí solos de la antigüedad de este símbolo de la infidelidad. Este hecho, sin embargo, no impidió que la reina Isabel la Católica jurara los Fueros de Vizcaya ataviada con traje y tocado vizcaínos. La ropa que se expone pertenece al grupo de danzas Beti Jai Alai de Basurto, que lleva 31 años reproduciendo trajes y tocados vascos antiguos y actualmente cuenta con una colección de 48 prendas. "Nos hemos inspirado en cuadros de la época y en 15 figuras de barro con diferentes tocados vizcaínos que tenía un bohemio de Zaragoza al que encontramos por casualidad", contó Jon Pertika, director del grupo de danzas vascas. En Bidebarrieta se exponen también 15 reproducciones de las láminas de mujeres vizcaínas que realizó el dibujante alemán Christoph Weiditz en 1529; dibujos y cuadros de la antigua moda femenina del País Vasco, como el titulado Femme de Bilbao, realizado en 1570 y cuyo original pertenece a la Biblioteca Nacional de París, y varias láminas que ilustran el libro Habiti antiqui et moderni di tutto il mondo, que escribió Cesare Vecellio en 1590. Pero es el cuadro Los esponsales que pintó Francisco de Mendieta en 1609 el que mejor refleja la moda de la época. El óleo reproduce 50 tocados diferentes de otras tantas localidades vizcaínas. Por él se puede saber que las mujeres bermeanas del siglo XVII llevaban tocados terminados en punta, las de Motriko, se apañaban con la tela una especie de moño alto, y los tocados de Auleztia tenían forma de cono.

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