El acusado de matar a un policía en un robo declara que no quiso dispararle
Anselmo M. F., acusado de matar a un policía durante un espectacular atraco, declaró ayer ante el tribunal que le juzga que la pistola se le disparó cuando se parapetaba en un rehén y retrocedía ante el temor de que el agente le disparase a él. El atraco que desencadenó el fatal desenlace se produjo el 12 de diciembre de 1997 en la estafeta que Correos posee entre las calles de Pinzón y Hermanas Alonso Barceló (Carabanchel), y en él murió el agente del Cuerpo Nacional de Policía Juan Hernando Sanz.
El fiscal pide para Anselmo M. F. un total de 30 años de cárcel por siete delitos, entre ellos, el de homicidio. El juicio se inició ayer en la Sección Sexta de la Audiencia Provincial de Madrid y junto a Anselmo también se sienta en el banquillo de los acusados Juan Carlos F. B. y Jorge Carlos C. R.El tribunal ordenó, dada la peligrosidad de los encausados, que los tres siguiesen el juicio desde una cabina de seguridad adyacente a la sala de vistas, hecho infrecuente en la Audiencia de Madrid. Anselmo M. F., de 45 años, exculpó de los hechos a Juan Carlos F. B. y Jorge Carlos C. R. Ambos están encausados, entre otras cosas, porque Anselmo facilitó sus nombres a la policía tras ser detenido días después del crimen. Anselmo admitió ayer al tribunal que les conoce desde hace años por haber coincidido con ellos en la cárcel, pero que ni Juan Carlos ni Jorge Carlos participaron en el atraco. Afirmó que si facilitó sus nombres fue porque la policía le torturó y le obligó a decir que eran ellos.
A preguntas del fiscal, Anselmo M. F. aclaró que en ese atraco le acompañaron en realidad un tal "Juan el Tocho" y otra persona llamada José, a la que, según explicó, conoció el mismo día del robo.
En su interrogatorio, Juan Carlos F. B. y Jorge Carlos C. R. negaron su intervención en el robo. Se da la circunstancia de que ambos habían huido de la cárcel, aprovechando un permiso carcelario, días antes del atraco a la estafeta de Correos.
Sobre los dos pesa, además de la inculpación inicial de Anselmo, el hallazgo en casa de uno de ellos de dos pistolas utilizadas supuestamente en el robo. El fiscal pide 66 años de cárcel para Juan Carlos y siete para Jorge Carlos.
Peluca
El policía que acompañó a la víctima, que compareció ayer como testigo, explicó al tribunal que él y su compañero fallecido acudieron a la estafeta tras ser alertados por la emisora de que se estaba produciendo un robo en la citada entidad. Indicó que su compañero accedió a la estafeta antes que él y por una puerta distinta, y que entró al local tras oír varios disparos. Al entrar vio a su compañero tendido en el suelo, aunque en un primer momento pensó que se estaba cubriendo de los disparos. "Le dije, vamos Juan, y seguí corriendo hacia el lugar por donde huían los atracadores. Al ver que mi compañero no venía, me fui hacia él y vi que que le habían alcanzado con un disparo", testificó el agente. El autor del mortal disparo accedió a la estafeta ataviado con una peluca, con la cara cubierta con una bufanda y armado con un revólver comprado días antes del atraco en el barrio chabolista de La Celsa.
Anselmo M. F. declaró que necesitaba el dinero porque es adicto a la heroína "desde hace muchos años", y señaló que cuando el policía Juan Hernando cayó al suelo, le cogió el arma y salió corriendo de la estafeta. "Si pudiera le devolvería la vida, pero no soy Dios", comentó al tribunal en un intento de expresar su arrepentimiento. "Al ver que me iba a disparar, me eché para atrás, sin soltar al rehén, y se me disparó la pistola en un traspié", indicó. Los tres atracadores se marcharon del local con un botín de 77.000 pesetas. "Necesitaba el dinero para ponerme [heroína]", agregó Anselmo M. F.
El juicio proseguirá mañana en la Audiencia Provincial con la declaración de nuevos testigos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.