El Barcelona gana con tedio al Benidorm

No fue ni el Numancia ni aquél Betis de Segunda. El Benidorm tuvo bastante con llegar a octavos. El Barça cumplió entre bostezos el trámite copero. Bastaron un par de cabezazos de Frank de Boer y de Sergi para aguardar al Valencia, su próximo rival en la competición. Los suplentes del Barça, en un día tan tedioso en el césped como en la grada —apenas 10.000 personas se dieron cita en el Camp Nou— cumplieron el expediente en una noche con pasaporte para el olvido. Giovanni procuró con un tercer gol aliñar el marcador.

El partido no tuvo historia. El escaso público sólo encontró una ocasión para aplaudir con pasión: fue cuando Luis García, el medio alicantino, se resistía a ser sustituido cuando apenas habían transcurrido 15 minutos de juego. Luis sufrió un duro encontronazo de cabeza con Oscar a la salida de un córner nada más iniciarse el partido y estuvo deambulando sobre el césped. Tanto es así, que luego ni siquiera recordaba en el descanso nada del encuentro. La emotividad se la llevó el jugador de Segunda B. El Barça se quedó con la desidia.

Van Gaal no ama la rotación. El holandés suele confiar a ciegas en una alineación fija con apenas un par de retoques y ayer armó un equipo plagado de suplentes con apenas cuatro titulares: Figo, los gemelos De Boer y Sergi. El resto de titulares se repartió entre la grada y el banquillo. Un mundo entre las dos alineaciones. No podía ser otro. Fue el portugués, en estado de gracia, quién regaló el primer gol tras un saque de esquina que coronó Frank de Boer. Y Sergi, el segundo, tras una jugada repleta de rebotes. Poco más. El público se entretuvo censurando a Bogarde, que reaparecía ayer tras su larga lesión, quejándose ahora por las acciones fallidas por Zenden y lamentando después la ingenuidad de Giovanni, que purgó al final sus penas con un gol.