Las autonómicas renunciaron al partido
El fútbol televisado se rige actualmente por el contrato que suscribieron en diciembre de 1997 las televisiones autonómicas y Audio visual Sport, una sociedad donde volcaron sus derechos Gestsport Sogecable (que tiene un 40%), Telefónica-Antonio Asensio (40%) y TV-3 (20%). Ese contrato, firmado seis meses después de la entrada en vigor de la llamada ley del fútbol, adaptó a ese texto legal los acuerdos que ya existían entre las televisiones. En virtud de este nuevo contrato, las autonómicas, que desembolsan 7.000 millones anuales, se garantizaban la emisión de un partido por jornada en sistema gratuito para la audiencia. Como las autonómicas no cubren toda España, a este contrato se sumó posteriormente Televisión Española, que paga alrededor de 2.000 millones anuales.
A lo largo de la Liga estas televisiones públicas sólo eligen en siete jornadas el partido que deseen. Con una salvedad: no pueden seleccionar el mismo encuentro en la primera y segunda vuelta. Las televisiones públicas aceptaron ese sistema de elección para no pagar una cantidad mayor.
En el caso del Barça-Madrid, las autonómicas ya ofrecieron el pasado 19 de septiembre el choque del Santiago Bernabéu. En las jornadas en que no eligen las autonómicas, la primera opción corresponde a Canal Satélite Digital. Este operador tiene la exclusiva de los derechos de la Liga en sistema de teletaquilla.
Por derechos de televisión, los clubes españoles tienen garantizados más de 200.000 millones de pesetas en las próximas tres temporadas (también ingresan un porcentaje de lo que Canal Satélite recauda por cada partido).
Con el dinero de las televisiones, los clubes crearon la Liga de las estrellas y aumentaron espectacularmente sus ingresos: en los últimos tres años, los presupuestos de los equipos de Primera se ha incrementado casi un 30%
El nuevo acuerdo entre las autonómicas y Audiovisual Sport (el renegociado como con secuencia de la ley del fútbol) garantiza un partido gratuito cada jornada. En concreto, en su artículo 5 se establece: "En el su puesto de las competiciones de Liga o Copa, se considerará de interés general un encuentro por cada jornada, que deberá ser retransmitido en directo, en abierto, y para todo el territorio del Estado, siempre que haya algún operador o programador interesado en hacerlo". En el apartado 2 de este artículo 5, se dice: "Los operadores o programadores interesados en la retransmisión en abierto de este encuentro tendrán derecho preferente de elección, en el sistema de reparto de encuentros de una misma jornada de cada competición, frente a los operadores que emitan en otros sistemas". En una disposición transitoria señala que las modificaciones contractuales derivadas de la aplicación de la ley "precisarán de acuerdo entre las partes implicadas, sin que en ningún caso pueda el Estado asumir directa o indirectamente la compensación de perjuicios económicos".
Ese acuerdo se produjo precisamente en diciembre de 1997 (el contrato ya mencionado), y en él las autonómicas renunciaron a la posibilidad de emitir los dos duelos entre el Madrid y el Barça. El mismo día en que se anunció el acuerdo, Jordi Vilajoana, director general de TV-3 y consejero de Audiovisual Sport, declaró: "Este pacto consolida la actitud de Audiovisual Sport de explotar ordenadamente los derechos del fútbol".
La ley del fútbol no establece un catálogo de acontecimientos de interés general. Encarga de ello al. Consejo para las Emisiones y Retransmisiones Deportivas (CERD), que lo elaboró el pasado julio. En la relación figuran, por ejemplo, el Tour, la Vuelta, partidos de las selecciones españolas de fútbol, baloncesto y balonmano Sin especificar ningún partido de Liga. Tampoco figuraba la Copa Intercontinental (Real Madrid-Vasco de Gama), y por ello Vía Digital la ofreció en su teletaquilla el pasado diciembre.
Dado que hasta ahora se ha cumplido pacíficamente el acuerdo en vigor y la audiencia ha tenido cada sábado un encuentro gratis de acuerdo con la voluntad de las autonómicas, el CERD no ha intervenido nunca.
Las autonómicas acudieron a este organismo esta semana, para solicitarle que declare ahora "de interés general" el partido al que hace un año renunciaron voluntariamente al suscribir el contrato con Audiovisual Sport.
El partido Barça-Madrid le costará al, aficionado que quiera verlo a través de teletaquilla 1.825 pesetas. De ese dinero, los dos clubes se embolsarán 910 pesetas —la mitad de esa cantidad cada uno—, 164 pesetas irán a parar a los derechos de transmisión, y las 751 restantes a Audiovisual Sport, según informó anoche el programa El Larguero, de la Cadena SER
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