La compañía sevillana Atalaya obtiene el premio Ercilla de teatro por "Divinas palabras" El grupo perdió la escenografía al caer sobre su furgoneta un muro tirado por el viento

La compañía sevillana Atalaya Teatro ha recibido el Premio Nacional Ercilla, uno de los más prestigioso de cuantos se conceden en teatro en nuestro país, por su montaje Divinas palabras, de Valle Inclán, dirigido por Ricardo Iniesta. Es la primera vez que una compañía privada andaluza obtiene el galardón que conceden en Bilbao los críticos del País Vasco. El premio ha servido para levantar la moral del grupo, que el 31 de diciembre presenció cómo el muro que se desplomó en la calle Curtidurías, donde tiene la sede, aplastó su furgoneta con la escenografía del montaje dentro.

"La despedida del pasado año la verdad es que no pudo ser más triste, pero 1999 ha comenzado con buen pie. Desde luego, lo que nos ha pasado a nosotros no tiene ni comparación con la tragedia del Bazar España [donde murieron cinco personas aplastadas por otro muro que se desplomó por el viento, justo el mismo día], pero fue un golpe muy fuerte", explica Ricardo Iniesta, director de Atalaya. "El muro se estuvo cayendo durante 50 minutos y nosotros pensamos que se podía haber hecho algo más para evitarlo. Los bomberos y la Policía Municipal, que habían acordonado la zona, tuvieron un exceso de celo y no nos permitieron que tirásemos un cable para poder arrastrar la furgoneta y quitarla de donde estaba", recuerda Ricardo Iniesta. Perdidos cinco millones Según el director, la compañía ha perdido más de cinco millones de pesetas en el desastre y ha tenido que construir una nueva escenografía, que lograron tener a punto el pasado 11 de enero, fecha en la que Atalaya tenía fijadas actuaciones en Murcia. No tuvieron que suspender ninguna representación gracias a las prisas que se dieron en reconstruir todos los elementos de la escena. Esta versión andaluza de Ramón del Valle-Inclán ha compartido el galardón Ercilla -que lleva el nombre del más famoso hotel de Bilbao, ciudad de arraigada tradición en el teatro español- con la actriz Nuria Espert, por su interpretación en Master class, y con el actor Juan Echanove, por su trabajo en el monólogo Como canta una ciudad de noviembre a noviembre. La única obra andaluza que había obtenido con anterioridad el prestigioso premio Ercilla a la mejor producción fue el montaje del Centro Andaluz de Teatro (CAT) Los borrachos, obra de Antonio Álamo que fue dirigida por Alfonso Zurro. Un nuevo Valle-Inclán "Lo que más se ha valorado de nuestro montaje es que se trata de una forma completamente nueva de interpretar a Valle-Inclán. Los actores no están contando una historia, sino que buscan la emoción del espectador convirtiendo el texto en casi una sinfonía musical", comenta el director. Iniesta, que ha respetado el texto íntegro de la obra, ha seguido las indicaciones de su autor, quien pensaba que el drama tenía que representarse como un concierto en el que los actores eran los instrumentos. "Nuestro trabajo ha partido de cuatro claves que están presentes en toda la producción de Ramón del Valle-Inclán, y que pueden identificarse con distintos instrumentos de una orquesta: poética, grotesca, cruel y festiva", añade Ricardo Iniesta. Atalaya lleva en su haber un largo número de autores y obras montadas, que van desde La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca, a El gran teatro del mundo, de Calderón de la Barca. El montaje de Divinas palabras, que Atalaya ya ha representado en un total de 24 provincias españolas, podrá verse en el teatro Lope de Vega, de Sevilla, desde el 10 hasta el 14 de febrero.