Turner le da vida al Caja
El equipo andaluz se impone al Pamesa Valencia en un choque muy igualado
En encuentros tan apretados, suele imponerse la inspiración y la personalidad. Ambas cualidades las aportó ayer Turner, que después de jugar un partido muy discreto, apareció sin embargo cuando debía. En el momento justo: en el último tramo. Surgió para decidir. Y para constatar la endeblez en el rebote del Pamesa, el grupo más pobre de la Liga en este concepto. El partido se decidió en un par de acciones al límite, en las que tuvo presencia Turner: fallando tiros libres, encestándolos, atrapando un rebote crucial o tomando la responsabilidad que nadie quería. Sumados todos estos factores, el Pamesa, anfitrión del torneo y vigente campeón, se despidió muy rápido de la Copa ante la decepción de su entregada hinchada. El Caja, en cambio, supera por primera vez los cuartos de final y ya espera al Barcelona.El Pamesa jugó casi al límite de sus posibilidades. Dictó un partido caliente en defensa y frío en ataque. Osea, se defendió con la temperatura que le transmitía la grada y atacó con el cerebro que le exige su entrenador. Así, por ejemplo, Víctor Luengo, que no es más que la prolongación del público valenciano en la cancha (ahí se ha criado, prácticamente), ponía la directa de una parte de la cancha a otra, como en el colegio. O despegaba un metro del suelo para ponerle un tapón espectacular Scott.
PAMESA VALENCIA 57
C. SAN FERNANDO 58Pamesa Valencia: Rodilla (17), Luengo (2), Varner (10), Hopkins (13), Sellers (4), Maluenda (6), Albert (2), Alonso (0), Álvarez (3). Caja San Fernando: Turner (13), Schutte (3), Smith (15), Scott (12), Romero (8), Odriozola (0), Fernández (0), Kornegay (7), Diez (0). Árbitros: Amorós, Martín Bertrán y Guirao. Lleno en el pabellón Font de Sant Lluís
Eso fue lo mejor del Pamesa que, sin embargo, no se alejó un palmo del Caja San Fernando, que se fue al descanso a tan sólo dos puntos por detrás, a pesar de que algunos de sus hombres rindieron muy por debajo de lo previsto. Turner, sin ir más lejos, desacertado en el tiro y poco determinante en el juego.
Ambos equipos tuvieron en este primer tiempo las muñecas agarrotadas y el juego transcurrió muy cerca de la cesta. Así, al equipo valenciano le tocó vivir de los lanzamientos cercanos de Hopkins y de las faltas personales que convertía Rodilla, que ahí nunca falla; y al andaluz, de las convulsiones de Scott, que empezó muy mal pero fue creciendo con el calor del choque, hasta que se cargó con tres personales y hubo de visitar el banco muy enojado.
Un triple de Maluenda descorchó la segunda parte, aunque, en realidad, lo que hacía era desintegrar de un plumazo la rigidez del primer acto. A la fiesta se agregó, por el Caja, el incombustible Smith (35 años), que acertó tres triples determinantes.
Imbroda, con reflejos, sacó a jugar a Salva Díez y éste le dio a su equipo el carácter que le había faltado en el primer tiempo. Entonces Bukovic, que veía que se le iba el partido, se encomendó a la mano de Berni Álvarez, que lo primero que hizo fue buscar el triple como un poseso. Y encestarlo. Pero Smith respondió de inmediato. Se desató el partido a medida que se calentaba Turner, que cada vez asumía más protagonismo. Triple va, triple viene. El pabellón hervía con los que caían en la cuenta del Pamesa y se congelaba con los del Caja San Fernando. El choque no se decidía y empezaba a pesar la presión. Sobre todo en los chicos de Imbroda, que empezaron a fallar tiros libres, uno detrás de otro. Primero Scott, después Turner, y más tarde Kornegay.
Al final, con medio minuto en el marcador y dos puntos arriba el Pamesa, el Caja se lo fio todo a Turner, que tenía que decidir: o todo o nada. Estaba en sus manos. Erró otro tiro libre, pero su equipo recuperó el rebote. Como de costumbre. Esta vez Turner acreditó su fama y su prestigio. Encestó, claro.
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