Escasa repercusión en España

La compra de la sueca Volvo por la estadounidense Ford no tendrá apenas repercusiones en España ni para el proceso de producción ni para la plantilla, según los portavoces de Ford España.Ford llegó a España a comienzos del presente siglo, interrumpió su presencia en 1954 y la reanudó en 1976. En la actualidad cuenta con una planta de fabricación en Almussafes (Valencia) sobre la que cundió la amenaza de cierre el pasado otoño. El pasado año produjo 296.173 automóviles, de los que 121.023 se vendieron en el mercado español y el resto se exportaron. Del modelo KA se produjeron 215.282 coches; del Escort, 47.689 unidades, y del Focus, 33.202 unidades. Ford España cuenta con una plantilla de 7.900 personas y su facturación en 1997 (no se conoce la de 1998) fue de 567.618 millones de pesetas. Ese año registró unas pérdidas "coyunturales", según la empresa, de 8.212 millones de pesetas.

Almussafes está especializada en vehículos de gama media que nada tienen que ver con los productos de Volvo, cuyo catálogo se basa en berlinas de gama alta. Los portavoces de Ford España señalaron ayer que la operación de compra representará grandes beneficios para Volvo, al poder esta firma sueca utilizar toda la red de Ford en Estados Unidos y la zona de Asia y el Pacífico, dos de los mercados en los que aspiraba incrementar su presencia.

Ford España controla el 9,8% del mercado español y se ha convertido en la cuarta firma por número de coches vendidos tras Renault, Seat y Citroën. El pulso que se mantuvo en la planta de Almussafes sobre el convenio colectivo se centró en la instauración de las 35 horas semanales que pedían los sindicatos y rechazaba la empresa. Finalmente esta cuestión quedó aparcada.

Volvo tiene una presencia más modesta en España, ya que se limita a ser mero importador de coches. El pasado año matriculó en el mercado español 10.457 vehículos, cifra casi idéntica a la de 1997, cuando alcanzó las 10.523 unidades. Volvo tiene una plantilla en España de 90 personas.