Enero de cambios

El mes de enero de 1999 será uno de los más estudiados por los futuros historiadores de la economía española. Y no sólo porque el euro se ha convertido en la moneda oficial de España en lugar de la peseta. En sólo 28 días, el mayor banco, el Santander, y la mayor caja de ahorros, La Caixa, han experimentado importantes cambios.El Santander y el BCH sorprendieron el pasado 15 de enero con el anuncio de una fusión que da lugar a un grupo con 40 billones de pesetas de activos, un tamaño que le permite competir con garantías en la Europa del euro.

Ayer, La Caixa aceleraba la renovación de su dirección. Josep Vilarasau, el alma máter de la potente e influyente caja de ahorros catalana, abandona la dirección general para ocupar la presidencia, que, al menos sobre el papel, no es ejecutiva. ¿Quién hará el próximo movimiento? Todas las miradas se dirigen al BBV. En el grupo vasco, la consigna es no precipitarse y mantener la tesis profusión.

Todo lo contrario que en el Banco Popular. Ayer, el nuevo secretario general de la entidad, Pablo Isla, volvió a insistir en que no es partidario de fusionarse, aunque no descartó que el banco realice compras "si se presenta alguna buena oportunidad". El otro gran banco español, Argentaria, calla y espera.

En la otra mitad del sistema financiero español, las cajas, las fusiones parecen inevitables. Las entidades de ahorro de Euskadi, Galicia, Navarra, la Comunidad Valenciana o Extremadura han iniciado, o están a punto de hacerlo, conversaciones en profundidad para fusionarse.