Ultimátum del Atlético a Juninho para que resuelva su futuro esta semana
El Atlético empieza a estar harto del culebrón Juninho. No le gusta cómo está llevando el caso el jugador y, además, le asustan los efectos negativos que tanta demora pueda tener en la salud del equipo. El club madrileño le ha dado un ultimátum firme al futbolista brasileño: o resuelve su salida antes del domingo o ya se queda definitivamente en el Atlético hasta junio y con la prohibición tajante de airear su disconformidad con las suplencias. El problema para la marcha de Juninho es únicamente económico: el Aston Villa no quiere pagar al jugador tanto dinero como reclama.
Juninho vive momentáneamente ajeno a sus obligaciones con el Atlético. El miércoles viajó a Birmingham pese a la recomendación contraria del club, por la noche jugó en Barcelona el partido contra la droga y ayer ni siquiera se entrenó con los rojiblancos. Aunque inicialmente un portavoz oficial del Atlético aseguró desconocer los motivos de la ausencia del brasileño en la sesión matutina del equipo, luego, a través de un parte médico, Juninho encontró razones: una contusión muscular en la cara posterior de la rodilla derecha, supuestamente producida en el partido de la noche anterior en Barcelona.El futbolista, según afirmó José María Villalón, el jefe de los servicios médicos del club, "es duda" para el partido de mañana ante el Valencia. "No está descartado", afirmó, "porque se trata de una simple contusión muscular. Pero hasta mañana [por hoy] no habrá una decisión concreta".
La lesión de Juninho aparece en un momento propicio para las suspicacias. El tiempo de reposo que debe guardar el jugador es prácticamente el mismo que le ha concedido el Atlético para que resuelva su salida del club. Ayer Jesús Gil, el presidente, fue rotundo al respecto: "O trae una solución antes del sábado o se acabó el culebrón y Juninho se queda para convencer a Sacchi en el campo, y no en los medios de comunicación, de que es una figura de verdad".
El dueño del Atlético habló claramente del malestar que existe en el club madrileño por la forma en la que Juninho está llevando su caso: "Los culebrones no van conmigo. Tanto Juninho como su padre han pecado de ingenuos. ¡Dejarse cazar a la salida de Villa Park, cuando lo único que yo sabía oficialmente es que viajaba a Barcelona para jugar el partido contra la droga!".
Gil volvió a definirse en el conflicto del lado de su técnico. "La afición ya ha dado su veredicto", dijo, "pero yo tengo que respetar lo que diga el entrenador. Si a él le gusta más Valerón yo, no puedo decir nada. Yo no tengo la culpa de que el futbolista quiera jugar todos los domingos y el entrenador no lo ponga". Con todo, el propietario del Atlético dedicó también bonitas palabras a Juninho: "Es una buena persona. El año pasado estuvo parado por las lesiones y piensa que otro más así le devaluaría. Y el Atlético lo respeta. En este sentido, no hay un club que dé tantas facilidades. No queremos a nadie descontento. Sólo quiero ver caras sonrientes y optimistas cuando hablo con los jugadores".
"Lo que a mí nadie me quita es la tranquilidad del vestuario", añadió. Y efectivamente la situación individual de Juninho está afectando de veras dentro del equipo. Sacchi ha comprobado con malestar cómo las quejas de Juninho se le han vuelto contra él: la afición no ha dejado dudas al respecto sobre por quién puja. Y la plantilla empieza a dividirse sobre el particular: comprende la preocupación de Juninho, pero la equipara a la situación que pueden estar viviendo otros compañeros sin armar tanto ruido y comportándose de manera más profesional. En público, eso sí, prefieren no pronunciarse o hacerlo sólo para piropear a Juninho como persona. Eso intentó hacer ayer, por ejemplo, Valerón, a quien la justificación de Sacchi -"no juega Juninho porque juega Valerón"- le ha situado en el medio de la polémica. El jugador canario, sin embargo, visiblemente enfadado, dejó frases muy significativas: "La situación de Juninho es la misma que la de otros jugadores que no son titulares. Pero no quiero opinar. El que decide quién juega es el entrenador".
Cuestión económica
Pero más allá de la salud del vestuario y de las relaciones afición-entrenador, el Atlético está preocupado por el aspecto económico. No se esperaba el club rojiblanco ofertas tan tentadoras como la formulada por el Aston Villa (2.400 millones de pesetas). El club está convencido de que no volverá a escuchar una cifra de ese tamaño. Por eso no ve un momento mejor que el actual para desprenderse de Juninho, en quien tampoco confía ya deportivamente.El jugador tiene la última palabra. Sabedor de que no entra en los planes de Sacchi, está deseando dejar el Atlético. Pero, de momento, le pide más dinero al club que lo fiche del que gana en Madrid: 360 millones de pesetas al año. Y eso no parece fácil. El Aston Villa, de momento, le ha dicho que no. Y eso es precisamente lo que abortó una operación que estuvo a punto de cerrarse el mismo miércoles.
En Inglaterra, donde se daba por hecho el fichaje del brasileño, empiezan a temer que finalmente no se produzca. Pese al optimismo mostrado por el intermediario que negocia allí los intereses de Juninho, Gianni Paladini (quien aseguró ayer que "el futbolista brasileño será, con un 90% de posibilidades, jugador del Aston Villa"), otras versiones no apuestan tan alto. Por ejemplo, John Gregory, el entrenador del Aston Villa, que a principio de semana estaba convencido del fichaje del brasileño, ayer ya no lo veía tan claro: "Tiene un 50% de opciones. No quiero dar grandes esperanzas a la gente porque en el fútbol puede pasar de todo".
Sacchi declaró ayer que no sólo espera que Juninho se quede, sino que "debe quedarse".
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