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Prácticas de película

Todavía no es Carnaval, pero ayer en el Poble Espanyol parecía que lo fuera. A eso de mediodía, podía verse a unos jóvenes vestidos de romano merodear por la plaza Aragonesa. Muy cerca, otros chicos parecían ir disfrazados de director de cine. No porque llevaran ropaje a lo Cecil B. De Mille, sino por la aparatosa cámara que manejaban. Y luego estaba el asunto de los focos. ¿Qué hacían encendidos en plena calle si estaba luciendo el sol? Sólo el ir y venir de Rosa Vergés entre los bártulos propios de un rodaje revelaba que aquello no era una fiesta de disfraces. Era un rodaje de los de verdad. En efecto, desde el lunes pasado la cineasta y el también director Sergi Casamitjana, ambos profesores de la Escuela Superior de Cine y Audiovisuales de Cataluña (ESCAC), supervisan a ocho alumnos de dirección en lo que será su primer largometraje. Nada más y nada menos que una adaptación reducida -de una hora de duración- de La vida por delante, que en 1957 escribió, dirigió y protagonizó Fernando Fernán-Gómez. La idea de la película nació de la ilusión. La de los alumnos por empezar a vivir la profesión, la de los docentes por transmitir en vivo su experiencia y la de los actores -la mayoría consagrados- por colaborar en un proyecto singular. El filme empezó como un taller de prácticas y acabará siendo un largometraje, en 16 milímetros, en blanco y negro, y con ambición. "Si esperamos una semana más, hasta hubiéramos sido capaces de rodar en 35 milímetros", bromea Casamitjana al explicar las ganas que el equipo le ha echado al asunto. Motivación no les falta a los 10 directores -incluidos Vergés y Casamitjana-, y tampoco a los actores. Entre ellos, Anna Barrachina y Sílvia Aleacar (Estrellita Verdiales y Trini Gordillo, la madre del director de cine, en Cegada de amor, de La Cubana), Sergi Amat, Pepa López, Olalla Moreno y Josep Mota, que apenas cobrarán por su trabajo. Anna Barrachina, por poner un caso, es la pura imagen de la entrega a la causa. "Desde luego que por el dinero no he aceptado el trabajo. En La Cubana tenía un buen sueldo y me gustaba lo que hacía, pero me apetecía un cambio. Tengo 31 años y pienso que era el momento de dar un giro a mi carrera. Siempre me ha atraído el cine y ésta es una oportunidad para adquirir experiencia en él. Un caramelo, vamos", confiesa la actriz, cuyo papel, de protagonista femenina, lo encarnó Analía Gadé en La vida por delante. Se da la circunstancia de que el guión original que usa el equipo pertenece a Gadé. Es un libreto escrito a máquina y lleno de anotaciones a mano de la actriz, que lo ha prestado para la ocasión. Para el chico de la película, el actor Sergi Amat, la interpretación en este filme "es un reto", porque tener 10 directores, con 10 ideas sobre el personaje, no es poca cosa. "Para un actor, eso exige una labor muy interesante, la de intentar que tu personaje sea siempre el mismo, que no varíe, sin dejar de hacer caso a los directores", comenta Amat. Pero ¿cómo se organizan para dirigir 10 personas una misma película? Muy fácil. Se han repartido las secuencias, de modo que cada uno dirige una parte. Lo que sucede es que, como siempre están todos revoloteando por los platós -instalados en la Casa Maluenda, sede de la ESCAC-, el intercambio de opiniones es continuo. "Al final, confiamos en que se vea como una película coral, porque es eso", resume Sergi Casamitjana. De los miembros del equipo, sólo Vergés conoce la versión original de Fernán-Gómez; el resto lo tiene prohibido hasta que acaben el filme. Para que no interfiera. De ella fue la idea de adaptar precisamente este guión. "En primer lugar", explica la cineasta, "lo elegí porque siempre he admirado la película" y después por el asunto que aborda. "Pensé", dice, "que el guión, lleno de ironía, sería ideal para los alumnos de último curso de carrera porque plantea la cuestión de para qué sirve un título universitario". Vergés está encantada con el rodaje. Cree que para los alumnos es bueno, porque realizan un aprendizaje serio al poder trabajar con actores profesionales. Y además porque considera la iniciativa "una apuesta por el cine catalán del mañana". Quizá llevados por la euforia, los aprendices de director se muestran bastante optimistas ante su futuro. "En estos momentos, tal vez es más difícil poder ejercer como abogado que como director", lanza uno de ellos, Gerardo Lemes. Mientras, los otros -Daniel Jariod, Francesc Prat, Artur Rodríguez, Isolda Crespi, Àngels Diemand-Hartz, Robert Hoffmann y Johsmann Rodríguez- asienten. Todos esperan que Fernán-Gómez y Analía Gadé asistan a la presentación de La vida por delante, versión coral, en abril.

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